En los últimos días, tres humildes concejales del Ayuntamiento de Valdés hemos sido objeto de una intensa campaña de intoxicación y manipulación informativa por parte del secretario general de Foro Asturias, el señor Álvarez-Cascos. Tanto él como sus asistentes nos han calificado de "tránsfugas", siendo conscientes de que no lo somos, como muy bien sabe el que hasta ahora considerábamos mejor político que había dado nuestra región en la historia reciente; nos han acusado de querer percibir dinero del Ayuntamiento de Valdés, cuando precisamente fue uno de los firmantes de este artículo quien retiró, ya en 2012, todas las asignaciones económicas a los grupos políticos en el Consistorio valdesano; y, por último, nos acusan de pasar gastos de comidas al partido, cuando lo que se pasó fueron los bocadillos de los afiliados que actuaron como interventores y apoderados en las pasadas elecciones de 2015.
Paradójicamente, en los últimos meses, el gran tránsfuga de Foro ha sido el señor Álvarez-Cascos. Ha abandonado a todos y cada uno de los que hemos creído en su proyecto, ése en el que, por cierto, seguimos creyendo; parece que, únicamente, ha utilizado la ilusión de muchos como un instrumento para recalar, de nuevo, en puerto seguro, aunque en una mejor posición de fuerza, eso sí. Tránsfuga es aquel que ha traicionado los fundamentos de aquel Foro de 2011 y que va dejando tirados por nuestras caleyas a alcaldes, concejales, diputados, afiliados y, lo que es peor, ha despreciado a sus propios votantes. Ellos, todas esas decenas de miles de votantes que ha perdido, señor Cascos, no son tránsfugas; el que ha traicionado su lealtad es el señor Álvarez-Cascos. Demasiadas alforjas para tan corto viaje.
Nunca imaginamos que nuestro hasta hoy político de referencia, recurriría al famoso "ventilador" y al "miente que algo queda", para intentar manchar el nombre de tres personas en los que han confiado 920 votantes valdesanos; tres concejales y una junta directiva honrados que sólo quieren lo mejor para su devastado concejo, tras décadas de gobierno socialista.
Qué triste es que una persona que un día llegó a ser vicepresidente de esta gran nación que es España dedique tanto esfuerzo y toda su experiencia mediática a calumniar a tres humildes concejales de un municipio de este olvidado occidente asturiano, que a nadie parecía importarle ya en la dirección regional de su partido; tres concejales respaldados por toda una comisión directiva, que no le reconocen ni como persona, ni como político, ni como líder del gran proyecto que fue Foro.
Señor Cascos, déjenos trabajar por Valdés en estos tres años que quedan de mandato; aquí no le queda nadie para recibir esas actas de concejal que tanto nos demanda, salvo usted mismo. Reflexione y piense si sus decisiones desde 2012 han sido acertadas para los ciudadanos de Valdés y de Asturias, no nos cabe duda de que para usted seguramente sí.
