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El puentón

El acierto de desligar el Descenso del Sella y el Aquasella

La ribera del Sella vivió su "otro" gran fin de semana de agosto, ajeno a la competición deportiva

Se habla de más de 40.000 almas -otras fuentes apuntan a 47.000 personas- que bailaron al son de la música electrónica el pasado fin de semana en "El Merediz" (Coviella), en las inmediaciones de Arriondas, en el marco de la decimonovena edición del Aquasella, evento que por primera vez en esas casi dos décadas quedó desvinculado del Descenso Internacional del Sella. Fue tal la aglomeración de vehículos que la organización buscó alternativas, incluso poniendo un sistema de "lanzadera" desde el polígono de Prestín, a la entrada de la ciudad de Cangas de Onís, para evitar que muchos coches estacionasen en los arcenes de la carretera N-634 y fuesen, previsiblemente, pasto de las multas de los agentes de la Agrupación de Tráfico.

Las elocuentes cifras ponen de manifiesto la consolidación del macrofestival en la nueva fecha elegida, en ésta primera ocasión en el tercer fin de semana del mes de agosto, dos semanas después de la 79.ª edición de la competición piragüística. Y es que incluso la Asociación de Vecinos de Coviella (AVECO), la localidad más cercana al singular paraje festivo, ha visto como se adoptaron las medidas necesarias para evitar el vandalismo -eso sí, de unos pocos- y el desmadre registrado en anteriores ediciones del multitudinario Aquasella. Al final, dado el indudable éxito de la convocatoria y pese a la lluvia, todos contentos.

Visto el balance de asistencia y observado el espectacular movimiento de gente, jóvenes y no tan jóvenes, por toda la comarca del oriente de Asturias, me congratulo de que el Sella y el Aquasella hayan comenzado a andar por separado, en dos fechas distintas y convirtiendo agosto en epicentro del turismo en Cangas de Onís, Arriondas, Ribadesella y otros lugares del área de influencia. Hace tiempo, pero mucho, que no escucho tantos parabienes de cómo llevan trabajada la temporada veraniega buena parte de los proveedores y distribuidores de mercancías, abastecedores del sector de la hostelería. Y, por si fuera poco, las espectaculares estadísticas de ocupación que se barajan, tanto en hoteles como en turismo rural; o las del plan de transporte en servicio público a los Lagos de Covadonga.

Seguro que hay gente que no se encontrará satisfecha y, como es natural, querrá más y más. Razones tienen para ello, puesto que no acabamos de salir de una galopante crisis. Quizás hasta el clima registrado por estos lares astures benefició a muchos de los visitantes que perseguían escaparse de la ola de calor en sus respectivas comunidades para deleitarse en el paraíso natural. Dicen que nunca llueve a gusto de todos y el gremio de la hostelería, así como el comercio, no iba a ser una excepción. Insisto, hay que pararse a meditar mucho para recordar afluencia similar de turistas con destino al oriente de Asturias en agosto y, además, teniendo en cuenta que cada vez existen más negocios de toda índole repartidos por el área de influencia de la vertiente asturiana del parque nacional de los Picos de Europa.

Sin duda, y pese a la que está cayendo, todo es mejorable. La decisión del cambio de fechas del Aquasella, pese a que asume la organización del evento una empresa privada, fue todo un acierto y con ello han salido ganando Les Piragües y el propio festival, redundado todo ello en beneficio de gran parte del sector turístico de la comarca del oriente de Asturias. En mi opinión, es necesario seguir remando en la misma dirección, una vez salvada con nota la última experiencia. Seguro que también habrá alguno que cuestione los pingües beneficios embolsados por los organizadores de la fiesta de música electrónica, pero es que, como bien dice el refrán, "quien no arriesga, no gana". Y encima, no son los únicos beneficiados:, que se lo pregunten sino a los taxistas de la zona.

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