Del mismo modo que el edil Alfonso Miyares tenía derecho a rechazar unos presupuestos que considera ilegales, la asamblea de Vecinos x Llanes lo tenía también para reclamarle el acta de concejal, ya que la mayoría estima que quebrantó los estatutos que prometió cumplir y cree que las cuentas son legales, aunque puedan contener algún defecto menor, y por lo tanto subsanable. Como también tiene derecho Miyares a conservar el acta de concejal, puesto que es personal, si piensa que son otros los que han traicionado el "espíritu" de Vecinos x Llanes. Y derecho tenían estos otros asimismo a expulsarlo de la agrupación de electores, al haber decidido que es esa la pena aplicable a sus actos. Todo ello, aunque parezca contradictorio, no es sino consecuencia del ejercicio de las libertades personal y colectiva, complementarias en teoría, pero difíciles de armonizar muchas veces. ¡Ah, democracia directa, tan bella y tan lejana...!
