La Consejería de Sanidad ha prometido derivaciones hospitalarias "a la carta": a Oviedo, a Gijón o a Torrelavega, según el deseo de los ayuntamientos del Oriente por cuestiones de cercanía o mejores comunicaciones. A bote pronto, bien. Pero si se analiza "l'asuntu" a fondo, salvo las de Cantabria, la cosa empieza a fallar. Ya puestos, lo ideal sería que hubiera libertad de elección, pues también hay condicionantes familiares, por ejemplo. El caso es que este "asuntu" de las derivaciones suena a excusa para dejar al hospital del Oriente bajo mínimos. De hecho ya han dejado de prestarse servicios que antes había en Arriondas (cirugía menor dermatológica, por ejemplo) y se derivan incluso consultas a Cabueñes. Pero es que, además, determinadas especialidades están colapsadas en los hospitales de Oviedo y Gijón, adonde a partir de ahora llegarán aún más pacientes, los del Oriente. Traducido: nadie se sorprenda si "l'asuntu" va a peor.
