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Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

El hospital de las narices

También Asturias merece un gobierno que no mienta. Y a los que tuvo anteriormente les creció la nariz cada vez que hablaron del hospital del Oriente. Primero juraron por sus cargos que la integración del centro en la red pública era inviable, y que la integración de la plantilla, además de ilegal, provocaría una tormenta de impugnaciones, recursos y denuncias. "Imposible" fue durante años su palabra preferida. Y "torpedear", el verbo que mejor definía sus actuaciones. El Gobiernín acusó a la oposición de quebrantar la ley al aprobar la integración. Pero ninguno de aquellos augurios se cumplió: el hospital se integró, la plantilla también, y, como era previsible, nada pasó. Bueno, sí, que los anteriores dirigentes autonómicos pusieron todas las zancadillas que se le ocurrieron al centro y a la plantilla. El actual gobierno afirma que todo va bien y que no quiere desmantelar el hospital. Tal vez sea verdad. Será cosa de estar atentos a sus narices.

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