Un asturiano que hereda 800.000 euros tiene que pagar 134.385 euros, mientras que un cántabro que hereda exactamente lo mismo paga 1.486 euros. De Bustio a Unquera, 130.000 euros de diferencia. Cantabria infinita. Unos hermanos llaniscos tuvieron que pagar no hace mucho más de 300.000 euros por una herencia que en Madrid les hubiera costado apenas 3.000 euros. De Madrid al cielo. Hace poco una mujer tuvo que pagar 400.000 euros en Asturias por una herencia que en León tributaba 3.700. León, tu próxima estación. Real como la politiquería. A nadie extrañe que algunos asturianos se trasladen a vivir a Cantabria, a Madrid o a León por el impuesto de sucesiones, un tributo que muchos consideran un atraco. Un saqueo que sigue al dolor que produce perder a un progenitor. Y por recibir lo que prefirió no disfrutar en vida para intentar que afrontaran las suyas un poco más seguros sus descendientes. Asturistán.
