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Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

Supongamos que Bedón es privado

Supongamos -solo durante estas 24 líneas- que la iglesia de San Antolín de Bedón es privada. Bien, entonces, ¿cómo se explica que en 1999 la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura gastara 20 millones de pesetas (unos 120.000 euros, eran otros tiempos) de dinero público para rehabilitar un edificio privado? ¿Cómo es posible que la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, contra el criterio de decenas de expertos en arte e historia que criticaron con extrema dureza la intervención, avalara el proyecto y la obra, y pocos años antes reparara la cubierta del templo, también con dinero público? ¿Es que la Administración puede rehabilitar edificios particulares y pagar la obra con el dinero de todos? ¿Elaboramos una lista para que se apunten todos los particulares que deseen que el Estado arregle sus propiedades con dinero público, gratis total? ¿De qué va esta historia? ¿Alguien lo va a explicar de una vez por todas?

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