Seis milloncejos pide el promotor del palacio de Luces por no haber podido desarrollar el convenio urbanístico que firmó con el Ayuntamiento de Colunga en 2004. Otros 381.000 euros exigen los dueños de la nave de Pacoli, demolida por orden judicial pese a tener licencia municipal. En Colunga se recalificó como si fuera a acabarse el mundo, y así andamos. Lo del Ayuntamiento de Llanes es peor. Fue condenado en 2013 a pagar 410.000 euros por el derribo de un chalé con licencia municipal en Niembru. Pagó 69.000 euros a la Seguridad Social porque no cotizó por un exempleado. Fue condenado a abonar 100.000 euros a exempleadas de la residencia Faustino Sobrino. Tuvo que apoquinar otros 226.000 euros que se llevó Adif. Los dueños del hotel Kaype, de Barru, piden 17,8 millones por un derribo que a falta de una licencia tenía dos... Y aún no se ha pedido cuentas a nadie. ¡Será por perres!
