La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

Un proyecto disparatado

Por una vez hay unanimidad: los vecinos, el Ayuntamiento de Ribadedeva y los ecologistas (benditos sean, pues destaparon el cotarro) rechazan frontalmente la apertura de una planta de residuos peligrosos y no peligrosos en El Peral, entre viviendas y negocios, incluidos dos hoteles. Un disparate. El Ayuntamiento, que primero emitió un informe favorable, se ha percatado de su error y ya ha alegado en contra de un proyecto que amenaza una zona urbana, eminentemente residencial y comercial, a la que, de salir adelante "l'asuntu", llegarían más de 100.000 toneladas al año de residuos metálicos de acería, fundición, construcción y demolición, y que sería, además, centro de descontaminación de automóviles fuera de uso, de trasferencia de residuos eléctricos y electrónicos, y de trasferencia de residuos peligrosos. ¿Alguien lo quiere al lado de su casa o de su negocio? Pues eso.

Compartir el artículo

stats