En el Plan General de Ribadesella, seguramente como en todos, hay para elegir: ideas muy buenas y otras no tanto. Por ejemplo, las propuestas para construir edificios en altura en zonas cercanas a la ría tienen sentido, porque las vistas a a uno de los principales recursos ambientales, paisajísticos y turísticos del concejo deben respetarse (claro que sería mejor que todo fuera espacio libre y público, pero para eso habría que expropiar y no está la cosa para alegrías). Lo que no parece razonable es permitir siete alturas en Los Porqueros y hasta los propios redactores dejan entrever en el texto que no les agrada y que es cosa del Ayuntamiento. El miedo a posibles reclamaciones patrimoniales manda: el convenio urbanístico firmado en 2002 (herencia envenenada) y la "aparición" de una zona inundable (¿no lo era ya en 2002?) no deja otra salida que construir en altura. Veremos si cuela.