Cuando "Los Virtuosos de Moscú" llegaron a Oviedo nuestro violinista Ignacio Rodríguez (Oviedo, 1996) aún no había nacido aunque el pianista Sergey Bezrodny (1957) se quedaría entre nosotros, ayudando a sembrar una nueva generación de músicos que ahora vemos florecer, y cambiando la mentalidad de lo que son los estudios musicales. Lenguaje universal de la música pero con acento auténtico ruso, tanto en la formación del asturiano como por el moscovita de larga trayectoria acompañando grandes figuras, esta vez con una emergente, resultando una auténtica delicia como su dulce homónimo.
Soledad abrumadora del violín con la Partita nº 2 en re menor de Bach que sirvió para apreciar cuánto trabajo y esfuerzo esconden sus tres movimientos, desparpajo juvenil, técnica cuidada y sonoridades suficientes.
La Sonata nº 1 op. 12 nº 1 en re mayor (Beethoven) fue la segunda "b" del concierto, tercera con el apellido del pianista, diálogo entre maestro y alumno de clasicismo argumental en tono de voz sosegado, casi susurrado y contenido en los tres movimientos, siendo las variaciones del Andante con moto el momento álgido de tensiones resueltas románticamente en el Rondó: Allegro final como conversación con distintas puntos de vista y todo el respeto mutuo.
En la segunda parte el ímpetu joven con el apoyo veterano dio sus frutos en la Sonata nº 2 Op. 94 en re mayor (Prokofiev), Ignacio Rodríguez volcado y arropado con la base magistral de Bezrodny, total entendimiento y mismo acento ruso sin fisuras, lectura de envergadura en una traducción musical equilibrada y fresca para un diálogo profundo sin edades.
Y para rematar el Scherzo en do menor (Brahms), auténticas palabras mayores, la hondura filosófica, puro romanticismo en ambos intérpretes desgranando sonoridades impresionantes sin complejos.
El regalo también ruso: la Vocalise, Op. 34 (Rachmaninov) que Rodríguez Martínez de Aguirre sintió y "cantó" con el violín cual homenaje filial a su entorno y Bezrodny ejerciendo de orquesta en miniatura desde el virtuosismo al que nos tiene acostumbrados.
