La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar de Oviedo

Noche

Voté en la Facultad de Medicina, la de Castelao, la de plaquetas de Payno, en tonos de cuero, de Cerámicas Paymasa, que tanto aplacaron en los años setenta; ahí voté, en ese edificio insignia, de volúmenes contundentes, no del todo bien construido. Recorrí Julián Clavería de rodillas, subí las escaleras de rodillas, hasta la primera planta, cogí una papeleta, sólo una, la de la última vez, la metí en el sobre blanco, guardé la cola de la mesa B, sección 8, buenos días, me identifiqué, voté por la patria y heme ahora pensando en el solsticio de invierno, cuando el Sol también se arrodilla, adopta su máxima declinación austral y así permanecerá algunas jornadas; "solsticio", "sol quieto", los días de luz son más cortos, las sombras más estiradas, se cierne la noche más larga, la astronómica viene a solaparse a la económica, y por si en Asturias no la viéramos, la incendian.

Compartir el artículo

stats