Es lugar común que preguntemos al escritor si su novela es autobiográfica; yo defiendo que siempre lo es, así hable de la cuarta guerra mundial, de la misma manera que Tarantino es autobiográfico, psicópata de libro, nunca tan bien dicho, de libro y de película. Peor sería preguntárselo a un poeta. En cambio, al músico no le preguntamos si sus composiciones o sus interpretaciones son autobiográficas, tampoco a un pintor, que, en el colmo de la redundancia, o la desconfianza en su propio arte, suele advertir que algunos cuadros son autorretratos. Cualquier artista, es más, cualquier persona, en la disciplina que sea, es autobiográfica; incluso un peón ante su zanja. Traigo esto porque la pintora de Caborana, Pilar Arturo, en su exposición "Te miro", en la Sala Murillo, expone retratos. ¿A quién mira? Yo digo que al espejo de su alma. Id a verlos aunque no esté ella, porque está.
