Vivimos un momento decadente, sin referencias ni melancolías; hemos perdido de vista la posada y, lo que es peor, el camino; nos sentó mal el bienestar. La democracia cojea, Dios no furrula, ni cien mesías, ni Mesi, caganer descarado que abandera el cisma de una región que pierde su sombra. Hemos abandonado el camino de los siempres para abocarnos al atajo anegado de los nuncas; nuestros muertos murieron completamente, se nos quedó pequeño el pasado y la diñamos de soberbia; hemos cambiado la Polar por la cara oculta de la Luna y vamos rumbo a peor, como predijo Beckett y atribulado expresó Dinio, el muñeco chochón que Marujita Díaz trajo de Cuba: "Estoy confuso". Semejante ceremonia del caos corrobora un Chus libertador que, jaleado por mamacallos (circulan fotos espeluznantes), atravesó Noreña de rodillas en pos de un balón.
