La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar de Oviedo

La raspa

En una librería: "¿Tienen algo de Hemingway? -El viejo y el mar. -Deme El mar". Yo leí los dos, la historia de una ilusión y un fracaso. Más de 40.000 asturianos firmamos para exigir el fin del impuesto de sucesiones y, cuando sale a colación este atraco, traigo a Hemingway y su novela, que vale por dos. Un verano, en Mérida, presencié una obra de Adolfo Marsillach, que interpretaba a Sócrates, donde un personaje se quejaba del ateniense porque ante las mismas cuestiones salía siempre con idénticas respuestas. "Si me preguntas cómo me llamo te diré Sócrates, hijo de Sofronisco, y responderé lo mismo cuantas veces lo hagas porque nada ha cambiado en mi identidad. Pues yo cuento lo del viejo y el mar: al final de la vida queremos dejar a los hijos el fruto deshidratado de un trabajo ímprobo, arruinado por tasas e impuestos, y llega el de sucesiones a zamparse la raspa.

Compartir el artículo

stats