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Al norte del paralelo 43

Safari en el Picu el Paisanu

Aquí teníamos Parques Naturales, Paisajes Protegidos, Reservas de la Biosfera, bosques, castañeos, y mujeres con el mismo remangu que Ava Gardner, pero "Mogambo", "Tanganika", todo aquello que veíamos en el Cine Santa Cruz, era otra cosa. El problema estaba en que nuestra naturaleza guapísima era sosa, aburrida, sin aventura. Bogart no tendría que huir de las sanguijuelas o inflarse a ginebra rebajada con agua del río Zambeze para combatir la malaria, ni Charlton Heston quemar la casería para escapar de la marabunta. No, mucha naturaleza, mucho paisaje, pero como en África nada.

Lo que nadie sospechaba era que la fortuna esperaba a la vuelta de la esquina.

Hace unas fechas, funcionarios de no recuerdo qué consejería descubrieron el peligro de las garrapatas asturianas. Al parecer, ese arácnido que habita en nuestros bosques, felechales y praderas por lo menos desde que el Arca de Noé atracó en El Musel, transmite una enfermedad altamente peligrosa, tanto, que puede acarrear la muerte. Aunque han calibrado la información: solo el siete por ciento de las garrapatas analizadas portaban la bacteria letal. Pero claro, bichos hay como moscas; ese porcentaje en el terreno son millones. Nos sobran para que cualquiera que vaya de excursión -perdón, de safari- al monte, sepa que tranquilamente podría formar parte del reparto, aunque sea de extra, de "Las Minas del Rey Salomón". Entre los osos, que ya llegan a Trubia, los lobos, que está plagao, el radar, que anda en celo, y ahora las garrapatas asesinas, Asturias nada tiene que envidiar a Kenya cuando el mau-mau. Aquí quisiera ver yo a Indiana Jones.

Una suerte. Yo, a partir de ahora, en lugar de intentar ahorrar para ir al Parque Kruger, o al cráter del Ngorongoro en busca de vidilla, me pego un garbeo por el Naranco, que es mucho más barato, pero tiene la misma emoción.

La verdad, este Principadín se sale.

Pero hay dos cosas que no acabo de entender: si las garrapatas están en el mundo entero, ¿por qué el peligro está en Asturias? Un ejemplo: estoy en Panes, tengo garrapatas; paso a Potes, ya no. Y la otra duda: si las garrapatas las hubo toda la vida, y raro es el animal de nuestra cabaña al que no le meten el diente cada nada -y solo de vacas hay trescientas mil, o por ahí-, y montañeros y lugareños saben lo habitual que es llegar con alguna a casa, y las portadoras de la bacteria dichosa en nuestros prados y montes son millones, ¿cómo es que no muere ninguna vaca infectada por la "Borrelia"?¿Y si somos un millón de asturianos y nos visitan otros dos millones, cómo es que ese problema solo se dio en una persona? Son misterios. Bueno, da igual, el caso es que ahora toca disfrutar, sabiendo que caminar por la Grandota es como ir al Congo Belga. De momento yo ya me he comprado un salacot en Albiñana, y estoy habituando el cuerpo a la ginebra, aunque rebajada con agua de los Alfilorios y sin Katherine Hepburn en la barca, para cuando llegue la malaria.

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