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La mar de Oviedo

Pumarín

Pumarín quiere piscina, la ambición va por barrios, otros pedirán una catedral como la del casco viejo. Cuando pasé por Calgary, en los ochenta, presumían del trasladado de una iglesia en 1926, y en Washington trasladaron la sinagoga Adas Israel, hoy un museo del judaísmo, y colina arriba se trasladó la mansión Ballingdon Hall, en Sudbury, Reino Unido, y la mansión Buchanon, en Tipton, Iowa, y otra iglesia baptista en Salem, Massachusetts, y una casa victoriana en Providence, Rhode Island, por no hablar de la reubicación de Abu Simbel, en Nubia. Construir una catedral en cada esquina podría significar hostias para hoy y hambre para mañana, pero ponerle ruedas a San Salvador... Es fundamental que Dios esté en todas partes, no basta con que sea omnipresente, tiene que parecerlo. Lo extraño es que los vecinos de Pumarín no reivindiquen una pomarada para recuperar su raíz.

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