La concejala de IU Cristina Pontón vuelve a decirnos que Oviedo no está para galas como justificación a los ataques contra los Premios Princesa de Asturias y los Premios Líricos. Hace apenas seis meses ella misma cantaba las excelencias de los Premios Líricos y los ponía como ejemplo de la Cultura revolucionaria del tripartito; esa que, desde una óptica infantil, la izquierda considera como la Cultura con mayúsculas. Lo que hace cinco meses era el no va más, hoy es un lastre burgués intolerable. Y el tránsito, con crispación e infantilismo panfletario revolucionario, se realiza sin dar ninguna explicación. Bueno sí, ahora dicen que no se puede hacer nada por la sentencia de "Villa Magdalena". O sea, la misma disculpa que llevan argumentando durante año y medio para no haber hecho nada y eso que en este tiempo no han pagado ni un solo euro de esta sentencia. Vamos, otra mentira.
El Ayuntamiento tiene recursos suficientes para hacer frente a estas eventualidades judiciales, sin ver afectadas sus inversiones en la ciudad. Y si no saben hacerlo deberían dejar a quienes sanearon la deuda municipal en la anterior legislatura, eso sí, haciendo presupuestos con lógica e imaginación y no a machetazos, despidos y confrontación hasta con los jueces y tribunales, como el tripartito y su alcalde.
Según esta edil, el objetivo es cubrir las necesidades sociales y generar empleo. Pero, en realidad, estamos asistiendo a un proceso de miserabilismo social para dibujar un panorama en el que tal parece que estamos en Etiopía y no en Oviedo. Claro que hay necesidades y gente que lo está pasando muy mal y claro que hay que volcarse con ellos, como lo hizo el PP, tan eficazmente, que el tripartito no ha podido aportar nada que mejore sus políticas sociales. Y claro que hay que potenciar el empleo, pero eso se hace invirtiendo, poniendo en marcha proyectos que reactiven la economía y no, como lo hace el tripartito, limitándose a convertir el Ayuntamiento en una agencia de colocación para su amplio ejército de acólitos, contrato menor a contrato menor, interino a interino, plaza a plaza.
El tripartito hunde sus raíces en el miserabilismo social, intelectual y cultural. Y es ahí donde está la justificación de sus ataques a los Premios Princesa de Asturias y Premios Líricos. No quieren estos modelos culturales "elitistas"; prefieren, dicen, otros más "populares", ya saben, "la cultura para todas y todos", "emancipadora"? Vamos, que lo que quieren es repartir los dineros públicos en su red clientelar para utilizar todas las iniciativas públicas, como madrasas de aleccionamiento y como cajas registradoras para financiar sus juergas revolucionarias. Nos están tomando el pelo con un concepto de participación ciudadana reducido a la asistencia siempre de las mismas 50 personas-amigos; y nos están tomando el pelo en el terreno cultural queriendo erradicar la excelencia para imponernos a su ejército de cuentacuentos. Esa es una hoja de ruta que elaboraron desde el resentimiento durante decenas de años. En año y medio han suprimido los Premios Líricos. Poco botín para tanta revolución. Lo único que nos salva es su incapacidad hasta para hacer el mal.
