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Concejala de Somos en el Ayuntamiento de Oviedo

El PP siempre llega tarde... también a la participación

La actitud de los populares ante los presupuestos elaborados a través de votaciones vecinales

Los presupuestos participativos suponen un avance democrático innegable y un paso más en la modernización de Oviedo. De su éxito habla que ciudades de todo el mundo, de todos los continentes, tamaños y colores políticos los hayan adoptado, desde Bolonia en Italia, a Ontario en Canadá, pasando por Yokohama en Japón o Porto Alegre en Brasil.

También en España decenas de municipios deciden el destino de una parte de sus gastos e inversiones mediante votaciones directas de vecinos y vecinas. En la larga lista de ciudades españolas con presupuestos participativos están ya también algunas gobernadas por el Partido Popular, como Málaga o Salamanca. Un dato que aún hace más chocante la virulencia con la que el PP local y sus antiguos alcaldes de barrio se lanzan contra una medida que estamos seguros terminarán asumiendo, como ya han asumido los distritos, los mismos que se negaron a poner en funcionamiento durante 10 largos años, incumpliendo la Ley de Grandes Ciudades, aprobada por su propio partido en el último mandato de José María Aznar.

Oviedo ya ha concluido una primera fase de sus primeros presupuestos participativos y lo ha hecho mejorando los datos de participación de la mayoría de ciudades españolas, incluyendo varias que nos sacan muchos años de ventaja en este asunto. Del 1 al 15 de septiembre, la ciudadanía podrá emitir su voto definitivo y decidir directamente, sin intermediarios, en qué vamos a gastar 1,5 millones de nuestro presupuesto.

El PP insiste en criticar esta medida en la línea, seguramente, de lo que es su historia como partido, en la que ha destacado por oponerse a todos los grandes hitos que han modernizado este país en un sentido democrático y progresista. En octubre de 1978 tan sólo 8 de los 16 diputados de Alianza Popular votaron a favor de la Constitución Española. El partido de Manuel Fraga se opuso a la Ley del Divorcio, del mismo modo que el partido de Mariano Rajoy se opuso al matrimonio entre personas del mismo sexo participando incluso en marchas homófobas contra una medida que convirtió a España en un referente de igualdad y justicia en todo el mundo. Da la sensación de que siempre llegan tarde y de mala gana a los cambios que hacen de este un país más justo y mejor. No obstante, estamos convencidos y convencidas de que, tarde o temprano, asumirán que si algún día quieren volver a gobernar en Oviedo no podrán hacerlo desde ese "no" sistemático y permanente a todas las reformas que están modernizando nuestra ciudad, y que incluso sus votantes ven con agrado.

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