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Edil del PP en Oviedo

Miguel Ángel somos todos

Hay otras víctimas. Sí, lamentablemente según la Fundación Víctimas del Terrorismo hay 855 víctimas mortales más, otras 855 personas que perdieron la vida a manos de ETA. Todas ellas son importantes y a todas y cada una ellas rendimos homenaje cuando hablamos de Miguel Ángel Blanco.

A Miguel Ángel Zamarreño, a Ernest Lluch, a Gregorio Posada Zurrón, a Sonia Cabrerizo Mármol... Pero también recordamos a las víctimas a las que no lograron arrebatar la vida, a las personas que perdieron a sus seres queridos por un atentado terroristas, a los ciudadanos que tuvieron que abandonar el País Vasco por el chantaje etarra. Cuando hablamos de Miguel Ángel Blanco nos referimos también al Espíritu de Ermua, a la unidad de los demócratas frente a la barbarie, a la preponderancia de la vida sobre la ideología, a la defensa de los derechos y las libertades frente al totalitarismo.

Todos estos conceptos residen en un homenaje a Miguel Ángel Blanco. Por supuesto que estamos de acuerdo con que Víctimas del Terrorismo dé nombre a una calle de nuestra ciudad, pero eso no resta argumentos para que Miguel Ángel Blanco también lo haga. No se llamen a engaño, el tripartito no ha rechazado la propuesta del Partido Popular de que Miguel Ángel Blanco tenga una calle en nuestra ciudad sustituyéndola por una en memoria de todas las víctimas. Pero si hacemos caso a su argumento, debería ser así.

Defendemos la memoria de Miguel Ángel Blanco como la de un joven político, concejal como quienes le niegan este homenaje, que entregaba lo mejor de sí mismo a sus conciudadanos, recordamos a Miguel como a un chico de 29 años a quien le apasionaba la música, rendimos tributo a Miguel como a un ciudadano dispuesto a dedicar parte de su tiempo libre a la política, hablamos de Miguel como un representante de los ciudadanos, como un hijo, como un hermano, como un vecino elegido por el terror para atemorizar al Estado de derecho y a todos los españoles.

Pero también hacemos referencia a la respuesta de los españoles ante este crimen, al rechazo internacional ante este ultimátum, al paso al frente de la sociedad ante las amenazas del terror.

Porque quienes vivimos aquel mes de julio de 1997 sabemos lo que significó en la historia de España y creemos que es importante que las próximas generaciones de españoles conozcan este episodio en el que, todos a una, perdimos el miedo al terror, olvidamos las divisiones, y dijimos con una sola voz "basta ya".

Frente a esa unidad algunos quieren desviar un homenaje legítimo hacia una cortina de humo. No caeremos en la trampa, porque son los mismos que niegan el debido reconocimiento al resto de las víctimas de ETA, quienes tratan de igualar a víctimas y verdugos. Este equipo de Gobierno no dará una calle a Miguel Ángel Blanco, pero él tiene el corazón de nuestra ciudad.

No voy a entrar a debatir ahora sobre las incoherencias argumentales del tripartito en su imposición en el cambio del callejero de Oviedo. Sé que son evidentes, pero mejor no mezclar la ruindad con el ejemplo de Miguel Ángel.

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