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FRANCISCO SINGUL | Historiador, jefe de cultura jacobea del Plan Xacobeo

"Hay que evitar que el peregrino a Santiago vaya por asfalto haciendo un andadero"

"El reino astur, del que formaban parte Galicia y Cantabria, puso la primera piedra de este camino que corrió paralelo a Occidente y al mundo"

Francisco Singul, en la calle de La Ferrería de Avilés. ricardo solís

El gallego Francisco Singul (Villagarcía de Arosa, 1963) es el jefe de área de cultura jacobea del Plan Xacobeo, dependiente de una sociedad pública de la Xunta de Galicia. Es una de las voces más reconocidas sobre la investigación histórica en el ámbito jacobeo. Lleva vinculado al plan desde sus inicios, en la década de 1990. Singul defiende que el Camino de Santiago es "uno de los fenómenos vivos más importantes de la historia de la humanidad, con más de 1.200 años y compartido por toda Europa". Hace unos días participó en una mesa redonda organizada por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés en colaboración con la Orden Camino de Santiago, con motivo de la reciente declaración de los Caminos del Norte y primitivo como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Licenciado en Geografía e Historia y doctor en Historia del Arte, Singul es comisario de exposiciones, coordinador de congresos y de varios libros colectivos, investigador y divulgador de la cultura del Camino de Santiago. Ha publicado monografías sobre el camino de Santiago en España, Brasil, Italia y Japón, además de un gran número de artículos de investigación.

-"Quien va a Santiago y no va al Salvador visita al criado y deja al señor".

-Es un dicho popular ovetense, asturiano. También lo tenemos en Galicia, en Padrón. Oviedo y Compostela son dos lugares íntimamente ligados a la tradición jacobea desde el inicio. A partir de la Baja Edad Media se potenciaron mutuamente con sus respectivos jubileos: muchos de los que acudían a Galicia iban a Oviedo antes de visitar el santuario compostelano. Desde la Alta Edad Media, las relaciones son muy íntimas y se potenciaron después. A lo largo de la Edad Moderna muchos peregrinos han tenido esta doble relación entre los santuarios, esa doble meta: ir a Compostela y a Oviedo. Es complementario.

-¿La declaración como Patrimonio de la Humanidad de los Caminos primitivo y del Norte era esperada?

-Se trabajó mucho para esta declaración. Había sobradas esperanzas. En las reuniones que hubo con representantes del Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) la sensación era muy positiva por parte de estos funcionarios que realizan los informes. Había una esperanza muy fundada.

-¿Y qué supone?

-Es un refrendo importantísimo. El Camino francés y los caminos de Francia son Patrimonio de la Humanidad desde 1993 y 1999. Que se sumen ahora oficialmente el del Norte y el primitivo es un espaldarazo muy significativo que, al mismo tiempo, nos ofrece retos y es una responsabilidad.

-¿Una responsabilidad de todos?

-Sí, tanto de las administraciones como las asociaciones de amigos del Camino, de los peregrinos y de la población de la ruta. Hay que cuidar el bien, conservarlo.

-¿Ha tardado demasiado el Camino primitivo en conseguir ese reconocimiento dada su importancia histórica?

-El Camino primitivo, como todos, tiene importancia histórica. Funciona en el siglo IX y parte del X como camino único principal entre la sede real y apostólica. Había otros caminos de peregrinación dentro del reino de Asturias y Galicia, pero uno entre el santuario compostelano y la sede real. Alfonso III partió varias veces desde Oviedo como peregrino para hacer ofrendas. Este camino tiene un significado muy fuerte, pero no deja de ser una peregrinación local, de ese reino alto medieval.

-El Camino francés se construye y fortalece en los siglos centrales de la Edad Media.

-Es europeo, internacional, es Occidente. A partir de ahí se desarrolló todo el fenómeno complejísimo y maravilloso de las peregrinaciones internacionales a Santiago, y con ella parte de la historia de la cultura y de la identidad de Occidente y de Europa. Es lógico que ese legado sea Patrimonio de la Humanidad. Y el del Norte es un camino que nos vincula con Europa.

-Defiende la necesidad de sacar cuanto antes a los peregrinos de la carretera, ¿cómo conseguirlo?

-En los tramos de los caminos que han sido asfaltados y que ahora son carretera hay que hacer una ruta paralela, un andadero. Ir por el arcén es peligrosísimo. Hay que evitar que se peregrine sobre asfalto.

-¿Y hay receptividad para lograrlo? Son muchos caminos...

-Sí, pero es cuestión de dinero. Más que muchos caminos son muchos kilómetros.

-¿Hay coordinación entre las administraciones para impulsar y promocionar el Camino de Santiago?

-El Camino de Santiago por España afecta a varias comunidades autónomas. La tendencia es que cada una de ellas se preocupe de su territorio, con sus recursos, algo normal y lógico. Pero esta internacionalidad de la peregrinación, que es un patrimonio mundial compartido, obliga a una coordinación de actuaciones, de señalización, de planificación de la red de albergues y de programas de protección y de promoción. Interesa promocionar el Camino primitivo y del Norte en Europa, en Estados Unidos o donde sea. Tendrá más fuerza si se trata de una promoción conjunta que si sólo implica a Asturias o Galicia.

-¿Qué demandan los peregrinos?

-Pocas cosas. El peregrino no exige, tiene una experiencia íntima, vital y personal muy fuerte en su camino hacia Compostela y eso les cubre cualquier pequeña mala experiencia que puede suceder en cualquier viaje. Hay referencias a la incomodidad en algunos albergues, a la peligrosidad de circular por asfalto en ciertos kilómetros, pero el peregrino no es una persona que critique. Le colma la experiencia y suele repetirla. Es un ambiente muy especial, hay que vivirlo. Es una experiencia humana y espiritual muy satisfactoria.

-¿Se sabe su repercusión económica?

-Es difícil cuantificarla, aunque hay estudios. Los años santos son muy positivos a nivel económico para el Camino en general, y especialmente para Galicia. Pero en un año no jubilar, la peregrinación también incide en la economía local, sobre todo en los pueblos, en las villas, en las aldeas, en el comercio pequeño es algo fundamental de lo que casi no se puede prescindir. No estamos hablando de grandes números, sino de un goteo constante.

-El Camino que atrae a un mayor número de peregrinos es...

-El Camino francés, con mucha diferencia. El Norte y el portugués también tienen muchos peregrinos. La continuación a Finisterre y Muxía también es una ruta de mucha afluencia.

-Hay quienes defienden que la meta está en Finisterre, y no en Santiago...

-El final es Santiago, la peregrinación es a la tumba del Apóstol. A lo largo de la historia muchos peregrinos iban a Santiago y a Muxía después de ir a Santiago por varios motivos: entre ellos, querían ver los confines occidentales de aquel mundo evangelizado por el Apóstol (antes del Descubrimiento de América), aquellos lugares que habían sido pisados por Santiago. En Muxía, igual que en Zaragoza, tenemos esa tradición de la visita de la Virgen a Santiago para animarlo en su trabajo evangelizador, esa aparición de la Virgen en carne mortal. Este camino está muy dinamizado por dos tradiciones: la evangelización y la traslación del cuerpo del Apóstol.

-¿El rey asturiano Alfonso II el Casto fue el primer peregrino? ¿Qué camino hizo, el primitivo?

-Alfonso II es clave en el descubrimiento de los restos y en el inicio de las peregrinaciones. Se crió en el monasterio de Samos y es muy posible que conociese, a través de los monjes, los textos que hablaban de la evangelización de España por Santiago. Hay noticias escritas de la localización de la tumba del Apóstol en una zona cercana al mar británico. El Apóstol, desde la época de Mauregato (fines del siglo VIII), era el santo patrono de la Monarquía. Cuando Alfonso II recibe la noticia de Teodomiro de Iria, obispo de Iria Flavia, acude rápidamente.

-¿Qué aportó?

-Certificó el hallazgo de la tumba de Santiago, dio los primeros dineros para construir la primitiva basílica, envió a una comunidad monástica para el servicio del culto apostólico... dio los primeros pasos e hizo las primeras donaciones para que se crease un lugar santo, de culto, al cuerpo de Santiago el Mayor. Luego el obispo de Iria Flavia y la curia episcopal decidieron trasladarse a ese santo lugar, incluso se entierra en las inmediaciones de la tumba de Santiago a Teodomiro. Alfonso II tiene una importancia capital. Los otros reyes asturianos, muy fundamentalmente Alfonso III, tuvieron una presencia en Compostela. Como peregrino, Alfonso III fue desde Oviedo con la corte, con la reina Jimena. En el siglo IX él y la Corte certifican esa peregrinación de la élite de la sede real a la apostólica.

-¿Alfonso II puso la primera piedra del Camino de Santiago?

-Sí, lo puso el reino astur, del que formaban parte también Galicia y Cantabria.

-¿Qué tienen en común los primeros peregrinos con los del siglo XXI?

-El entusiasmo, que es una devoción espontánea. La cosmovisión es muy distinta. La peregrinación medieval era estrictamente religiosa, en la actualidad se hace el Camino por causas espirituales, culturales, de ocio... También existe históricamente la motivación de ver tierras lejanas, lo que viene siendo el turismo actual, tener una experiencia rica y variada en un ámbito intercultural. El peregrino está haciendo un recorrido que se ha realizado durante cientos de años, en contacto con una geografía sagrada y un patrimonio que se ha ido forjando a lo largo de los siglos. Hacer el Camino de Santiago no es hacer senderismo, sino estar en contacto con un hecho histórico vivo que se ha ido desarrollando paralelo a la historia de Europa y del mundo.

-¿Cómo se ha logrado que el Camino de Santiago se conozca en prácticamente cualquier punto del planeta?

-Es un proceso histórico ampliamente conocido y que continúa vivo. La difusión viene de los propios peregrinos, de las asociaciones de amigos del Camino, de las publicaciones y hasta de películas, desde "La vía láctea" de Luis Buñuel, hasta la actual "The way", de Emilio Estévez, un bombazo en Estados Unidos y buena parte de Europa. Hay esa conciencia de que forma parte de un momento oscuro en la historia de la humanidad y de que no se quedó en aquellas brumas medievales, sino que existe en estos tiempos. El efecto llamada de la historia y de la vitalidad actual forman un atractivo maridaje.

-¿Alguna persona que haya marcado el impulso del Camino?

-El político que más impulsó la peregrinación a Santiago fue Pedro Gelmírez, que fue el primer obispo de Santiago, en el siglo XII. Después, fue un trabajo colectivo y a lo largo del tiempo. Hubo momentos que le dieron mucho impulso. La visita de Juan Pablo II en el año santo de 1982 fue un hito en la historia de la peregrinación contemporánea. El haber hecho aquel discurso europeísta desde el altar mayor de la catedral de Santiago fue un espaldarazo. Era el primer Papa que pisaba Santiago.

-¿Los restos que guarda la catedral de Santiago son los del Apóstol, los de San Prisciliano de Ávila...?

-Obviamente, los restos del Apóstol Santiago el Mayor.

-¿Y cómo está tan seguro?

-Cuando en 1879 se produce el segundo descubrimiento del cuerpo del Apóstol, se le hace un estudio anatómico forense. Y no estamos hablando de una Universidad de segunda fila, sino de la Universidad de Medicina de Santiago, con especialistas de primer nivel. En Santiago se hizo la segunda operación con anestesia total del mundo, por detrás de los Estados Unidos, estaban en la vanguardia de la medicina en el siglo XIX. Aquel estudio lo hicieron científicos muy serios, separaron los tres cuerpos localizados (de Atanasio, Teodoro y Santiago el Mayor): identificaron el cuerpo de un hombre mayor que había muerto decapitado, que le faltaba un trozo de mandíbula y que coincidía con el trozo que está en Pistoia (Italia). Los restos que están en la urna de la cripta de la catedral de Santiago son los mismos que veneraron los peregrinos medievales, los mismos que descubrió el obispo Teodomiro de Iria, y los mismos que veneró Alfonso II.

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