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JULIO EDUARDO MUÑOZ | Exdirector de la Sociedad Iberoamericana de Prensa

"El periodista tiene que ser un fiscal al servicio de la sociedad"

"En América Latina la libertad de prensa es como un barco en medio de la mar y de temporales cíclicos"

Julio Eduardo Muñoz, durante su reciente visita a Oviedo. luisma murias

-Un diagnóstico sobre la libertad de prensa en Latinoamérica.

-Mentiría si le dijera que no hay problemas. Tenemos un poco de todo: tiranos, dictaduras, ataques a periodistas y países en los que esa libertad de prensa vive situaciones extremas. La receta de los hermanos Castro para impedir el desarrollo de una información diversificada cunde en muchos sitios.

Julio Eduardo Muñoz Mellado tiene 65 años. Chileno, nacido en una pequeña localidad cercana a Concepción, en cuya Universidad estudió Periodismo. Es profesor visitante en la American University de Washington y acaba de dejar su puesto de director ejecutivo de la Sociedad Iberoamericana de Prensa (SIP), un entramado gigante de cabeceras con más de mil trescientos periódicos de todos los países latinoamericanos. Llevaba veinte años en el cargo. Escribe una columna de opinión que se publica en un centenar de cabeceras del continente.

Es una de las voces más críticas contra la corrupción y los ataques a la libertad de prensa en muchos de los países del nuevo continente. Muñoz asistió en Oviedo a la entrega de los premios de la Sociedad Iberoamericana de la Comunicación (Asicom). Uno de ellos, el destinado al político opositor venezolano Leopoldo López, encarcelado en su país, tuvo en Julio Eduardo Muñoz su principal promotor.

-Leopoldo López, casi catorce años de cárcel por asociación para delinquir, según la pintoresca sentencia.

-López es un héroe, un tipo valiente. Lo conocí hace años cuando la Sociedad Iberoamericana de Prensa celebró su cumbre anual en Venezuela. El Gobierno bolivariano nos puso todos los inconvenientes del mundo, un auténtico boicot, pero al final conseguimos llevarla a cabo. En este mar de problemas que le decía, lo de Venezuela es el no va más.

-¿Cómo entender desde la distancia lo que pasa en Venezuela?

-Es difícil porque la situación no tiene ni pies ni cabeza. El Gobierno lleva años inventándose polémicas internacionales para distraer a la opinión pública de los problemas internos. Ahora, al parecer, toca reivindicar la Guyana. Es su forma de sobrevivir.

-¿Qué ocurrirá en las elecciones que se celebrarán en diciembre?

-Si hay transparencia, el chavismo perderá, pero hay muy pocas garantías de que existan esas garantías. Las elecciones en Venezuela son algo así como actos controlados desde el poder porque estamos ante un sistema político y social que es corrupto en esencia.

-Pero en medio del desastre, ¿no es sorprendente que una parte importante de la población siga apoyando las tesis gubernamentales?

-Yo creo que la mayoría de la opinión pública venezolana está clamando por un cambio, pero también es verdad que como usted dice el chavismo sigue siendo apoyado por determinados sectores. La gente que menos tiene recibe bonos, al menos come. Es una forma de comprar lealtades y de controlar las cabezas a través de los estómagos. Repito, el Gobierno de Maduro sigue a pies juntillas lo que le enseñó Cuba. No existen planes sociales, el país no avanza, no hay liderazgo en medio de tanta mediocridad y los principales directores de medios de la oposición están detenidos o fuera del país. Es todo muy penoso, porque Venezuela se merece una suerte mucho mejor.

-¿Hay riesgo de guerra civil?

-No lo descarto si el proceso electoral acaba viciado, pero espero de todo corazón que no sea así.

-Cuba y Estados Unidos acercan posiciones. Eso sí que es histórico.

-El proceso se ha iniciado, pero está todo por hacer. Yo creo que la apertura debe ser bienvenida.

-Muchos cubanos de Miami se la tomaron como una traición.

-Es comprensible, pero nadie puede negar que la situación de bloqueo resultó inútil después de sesenta años. En Cuba y fuera de Cuba a cualquier defensor de la libertad le duele que en el país ni existe prensa independiente ni se esperan a corto plazo unas elecciones libres. Pero los Estados Unidos fueron claros al respecto, hay principios fundamentales de libertad y derechos humanos que no son negociables.

-¿Pone escenario geográfico a los ataques a la prensa en América?

-Los países del ALBA. Y alguno más.

(La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América fue fundada en 2004 y tiene su sede en Caracas. Está formada por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, El Salvador y seis países caribeños de menor rango).

-¿Estrategia común?

-Sin duda. Son políticas muy agresivas contra los medios de comunicación críticos. El caso de Ecuador es muy significativo. En el fondo son regímenes que no conciben ni contemplan el rol fiscal de la prensa. Hay censura, pero también reacciones violentas muy reflexionadas frente a determinadas informaciones y un intento generalizado de poner en marcha herramientas para acallar a los medios.

-Los países del ALBA ¿y quién más?

-Argentina. Es un país con dos grandes déficits. Por un lado está presidido por un Gobierno que es de los más corruptos del continente. Por otro, una ley de radiodifusión pensada y convertida en un control férreo de la libertad. No llega a ser la ley ecuatoriana, que es la más terrible, pero se le acerca.

-Cristina Kirchner, todo un personaje. A veces fascinante, a veces delirante.

-Una presidenta que no habla con la prensa. Tiene el peor récord de libertad de expresión de América. El actual régimen argentino es de los más acérrimos contra la libertad de expresión.

-En Argentina funciona un monopolio, el de Clarín, que tampoco es un canto a la libertad, si me lo permite.

-Estoy en contra de cualquier monopolio de prensa, por supuesto. Pero en la Argentina se trata de eliminar el monopolio Clarín para imponer otro aún peor, el de la propaganda gubernamental.

-¿Qué pasará con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina ahora que Cristina Kirchner ya no se puede presentar?

-Lo único que parece claro es que el futuro presidente será alguien mucho más abierto que la actual. Ojalá la nueva Administración argentina rectifique.

(Daniel Scioli, líder de Frente para la Victoria, que fue vicepresidente de la nación con Néstor Kirchner, se jugará la Presidencia con su principal opositor, Mauricio Macri, al frente de la alianza Cambiemos).

-¿Cuáles son los países latinoamericanos donde la libertad de expresión está salvaguardada?

-Mire, en América la libertad de prensa es como un barco en medio de la mar y de temporales cíclicos. Las tormentas son inevitables. Tratar de que algunos gobiernos entiendan que la publicidad oficial no puede ser usada como un premio para los medios afines y un castigo contra los críticos se hace muy cuesta arriba. La SIP aprobó en su día un decálogo con principios fundamentales de las relaciones entre el poder y los medios, y uno de ellos es ése, el de la distribución de la publicidad oficial. Hay administraciones que la controlan a su antojo en un noventa por ciento. Sin contar con el control, en forma de monopolio gubernamental, del papel prensa.

-Pero habrá países en mejor situación...

-Le voy a nombrar tres: Costa Rica, Uruguay y Chile. Países con sistemas democráticos fuertes y en los que hasta la fecha había niveles pequeños de corrupción.

-¿Dónde sitúa a México?

-Es un país con espíritu de mejora en muchos sentidos, pero a pesar de las buenas voluntades y de las múltiples promesas por parte del Gobierno no ha encontrado solución a la violencia y al crimen controlado. México es una democracia con mancha, pero desde un punto de vista de libertades de prensa ningún país de América tiene el visto bueno total. En México han sido asesinados en los últimos años unos ochenta periodistas, un permanente atentado contra la libertad de expresión. En mi opinión, no deberían existir leyes de prensa. La mejor ley de prensa es la que no existe.

-¿Cómo entiende el papel del periodista hoy?

-Como un fiscal al servicio de la sociedad. Alguien con capacidad para orientar a la opinión pública y hacerlo con ecuanimidad.

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