La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

EL HIJO | IRENE MIERES Y SU HIJO ADRIÁN ARIAS

Test de paternidad

Parejas de padres e hijos de distintas generaciones confrontan sus experiencias y reflexionan sobre cómo educar a los menores

Gijón. Arias, presidente de la Federación Vecinal Urbana, y su madre. JUAN PLAZA

La violencia filioparental, la que ejercen los hijos sobre sus progenitores, ha experimentado un preocupante incremento en los últimos años. En lo que va de año, según reveló días atrás el fiscal de menores de Asturias, Jorge Fernández Caldevilla, se han incoado 20 asuntos relacionados con este tipo de violencia. Ni la fiscalía ni los expertos ocultan su preocupación ante los datos adelantados por Caldevilla. Mas unos y otros alertan: este tipo de conflictos, si bien se desatan durante la adolescencia, se gestan en la niñez. Una circunstancia que, en gran parte de los casos, está vinculada a la sobreprotección de los niños y a la ausencia de figuras de autoridad que les sirvan de guía.

"El hecho de que haya un menor número de hijos por familia hace que los padres y las madres estén más pendientes de ellos. Esto puede generar cierta tendencia a la sobreprotección. Pero a la vez, los padres tienden a ser más permisivos, a veces negligentes, por falta de tiempo o cansancio. Esto puede provocar que los chiquillos vayan tomando poco a poco el terreno de la autoridad, y pasen a ocupar una posición en el rol de autoridad que los padres, a veces, no ejercen", explica Raquel Amaya Martínez, profesora titular del departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo.

La relajación en las pautas educativas de los hijos parece estar detrás de ciertas pautas de conducta que, en determinadas situaciones y contextos, pueden desembocar en episodios de violencia por parte de los menores, incluso hacia sus padres. "La problemática de este fenómeno de la violencia filioparental o de otros problemas como el mobbing es la misma: la violencia. Esto no quiere decir que una persona que sea agresora en el ámbito familiar lo vaya a ser en el escolar, o al revés. Los contextos en los que nos movemos son importantes", afirma Martínez.

"Es importante que las personas, cuando crecen, lo hagan en un ambiente que les haga sentir respetadas, reconocidas, valoradas y queridas. Es fundamental. Un ambiente con límites, normas y consecuencias que son lógicas, proporcionadas y adecuadas a una etapa evolutiva de los niños determinada", añade la experta, quien precisa que esta necesidad de marcar los límites a los menores no implica adoptar un modelo de educación autoritario: "No debemos confundir la autoridad con el autoritarismo. Los padres deben ejercer la autoridad pero desde el papel de guías, como una forma de llevar a los niños hacia su desarrollo personal".

Aunque esta guía se basaba, en otras épocas, en la imposición, la laxitud al aplicar la autoridad está llevando a muchos padres a un modelo contrario, excesivamente permisivo, en el que además no se inculca a los menores la tolerancia a la frustración. Por ello, Raquel Amaya Martínez aboga por un modelo intermedio, basado en el diálogo y en el que los padres ejerzan un rol de autoridad dentro de un ambiente de comunicación asertiva. El equilibrio es difícil, sobre todo porque el contexto y las relaciones familiares están en continua mutación. Para profundizar en esta cuestión, LA NUEVA ESPAÑA reúne a siete parejas asturianas de padres e hijos, para que relaten sus experiencias.

José María Lana y su hijo Juan

Hijo: "Intento seguir los pasos de mis padres con mis hijos"

"Mis padres me inculcaron buenos valores buscando que me convirtiera en una buena persona, yo intento hacer lo mismo con mis hijos siguiendo sus pasos. Los jóvenes de antes teníamos más libertad, la sociedad respetaba nuestro espacio. Los niños de hoy en día están sobreprotegidos. Nuestros padres nos dieron la libertad que necesitábamos sin dejar de ejercer su autoridad. No les achaco ningún error, sólo tengo agradecimiento para ellos. Cuando se ha tenido una infancia feliz será por algo".

Padre: "Cuando yo era chaval había un excesivo autoritarismo"

"Cuando yo era chaval, en los años 50 y 60, había un excesivo autoritarismo que yo intenté atenuar cuando fui padre, pero lógicamente dentro de un orden. Las condiciones de vida son ahora muy diferentes. Se vive en una sociedad democrática que nosotros no conocimos. A mis padres les agradezco que supieran inculcarme el valor del esfuerzo, pero yo he intentado ser algo diferente, tratando de ser algo más cercano y accesible, comprendiendo los problemas de mis hijos y demostrándoles mi apoyo incondicional".

José María González y su hija Noelia

Ella: "Cuando eres madre te das cuenta de que tus padres tenían razón"

"Hay cosas que cuando tenía veinte años decía "eso no lo haré con mis hijos" y después, cuando eres madre, te das cuenta de que tus padres tenían razón y también lo haces. Creo que ahora los niños son más libres, quizá en gran parte gracias a las nuevas tecnologías. Mi generación también tenía libertad, aunque creo que quizá te autocontrolabas más. Pero no me sentí incomprendida".

Él: "Hoy sería impensable que unos padres impusieran a sus hijos lo que han de ser"

"Para mis padres eran muy importantes cuestiones como el respeto, ser educado en el trato con la gente, ayudar a los demás? Se trata de cosas que deberían ser atemporales. Traté de inculcar lo mismo a mis hijos. Ahora son más libres, en gran parte porque los padres de antes eran mucho más estrictos. Hoy sería impensable que unos padres impusieran a sus hijos lo que tienen que ser".

Irene Mieres y su hijo Adrián Arias

Ella: "Intenté dar más libertad a mis hijos que la que nosotros disfrutamos"

"En nuestra época, la represión en temas de educación sexual era muy grande. Ahora tienen muchísima más libertad en todo. Nuestros padres no nos comprendieron en algunas cuestiones, pero sus decisiones creo que eran fruto de su época. Yo intenté darles más libertad y confianza a mis hijos, educándoles en la igualdad y que entendieran mejor que libertad no es libertinaje".

Él: "Nuestros padres miraron mucho por nuestro bienestar"

"Ha habido una especial protección hacia mi generación, miraron mucho para nuestro bienestar para que tuviésemos una vida mejor que la de ellos y hemos estado sobreprotegidos, lo que quizás fue un error. Somos más libres que la generación de nuestros padres, y creo que ellos lo comprendieron. Sin ser soberbio, creo que tanto conmigo como con mi hermano se equivocaron en pocas cosas".

José Folgueras y su hijo Francisco

Hijo: "Creo que se debe mantener el modelo con el que me educó mi padre"

"Antes te daban a elegir entre estudiar o trabajar, pero había que hacer una de las dos cosas. Mi padre me dio margen, pero lo supe aprovechar sin pasarme: ahora hay muchos críos de 16 años que te vacilan y no guardan respeto. Quizás pidan más comprensión de la que necesiten. Pienso que lo ideal sería mantener ese modelo que creo que a mí no me fue mal, pese a que los tiempos hayan cambiado".

Padre: "Cuando yo era niño, lo primordial era trabajar para subsistir"

"La educación de los hijos fue variando según las comodidades y condiciones de vida de la gente. Cuando yo era niño, lo primordial era que teníamos que trabajar para subsistir porque no quedaba otra. Al educar a mis hijos, la prioridad era que se formasen y fuesen buena gente y después ya se vería. Antes no había dinero ni medios y la necesidad limitaba la libertad de pasarlo bien".

José Antonio "Tato" Herrero y su hijo Raúl

Hijo: "Los valores y las tradiciones se están perdiendo, y me da pena"

"Ahora se confunde la libertad con el libertinaje. Hay más libertad en relación a la generación de mis padres y abuelos, que pasaron por una dictadura, pero no creo que mis hijos tengan más libertad. Me eduqué con mis padres y con mis abuelos y, siendo de generaciones diferentes, me sentí comprendido. El respeto a los demás, los valores y las tradiciones se están perdiendo y me da mucha pena".

Padre: "Mis amigos estaban muy coaccionados por sus padres y yo tenía libertad"

"Todo lo que mis padres me inculcaron de niño se lo trasladé a mis dos hijos, Raúl y Beatriz. Nosotros, aunque estábamos dentro de un orden que te marcaban, creo que por las buenas conseguíamos cosas. Pero mis padres comprendían todo. Mis amigos estaban muy coaccionados por los padres y yo tenía cierta libertad. Pienso que se equivocaron en no obligarme a estudiar más".

Luis González y su hijo Mario

Hijo: "Ahora noto que los chicos tienen mucho menos respeto a los mayores"

"Mis padres siempre me inculcaron con mucho énfasis los valores de la educación y del respeto, y considero que por muchas generaciones que pasen, son valores que jamás se deben de perder. Un chico de 15 años actual no tiene nada que ver conmigo, que ahora tengo 28, ni con la gente de mi generación cuando teníamos esa edad. Noto menos respeto hacia la gente mayor y muchas más permisividades".

Padre: "Todo padre tiene la presión de que su hijo supere sus expectativas"

"A mí me inculcaron trabajo, esfuerzo, respeto, educación y tesón. Procuro trasladar a mi hijo esos valores. Ahora se vive una época de libertad plena, pero mis padres siempre respetaron mi forma de ser y mi elección de futuro. Se sacrificaron a costa de renunciar a sus deseos más materiales. Todo padre tiene la presión de que su hijo supere sus expectativas, a veces sin ser realistas".

José Alonso-Tejón y su hijo José Avelino

Hijo: "A veces nuestros padres nos siguen tratando como si fuésemos críos"

"Tengo 53 años, pero a veces, nuestros padres nos siguen tratando como si fuésemos críos. Es quizás su mayor error, que siguen intentando gobernar nuestras vidas, aunque mantenemos una excelente relación: este año he recorrido con mi padre la ruta a Machu Picchu. A las próximas generaciones, hay que transmitirles que hay vías para solucionar los problemas sin recurrir al "porque lo digo yo".

Padre: "Traté de limar con mis hijos algunos aspectos de la educación que yo recibí"

"El cambio de los tiempos ha provocado que las generaciones actuales tengan un mayor abanico de posibilidades y sean más libres que las anteriores. De la educación que recibí de mis padres traté de limar algunos aspectos, como los roles masculinos y femeninos tan marcados o la falta de comunicación. A nuestros padres, nosotros los tratábamos incluso de usted".

Compartir el artículo

stats