Avilés, Saúl FERNÁNDEZ

Todo empieza con un aviso: «Estése atenta y no deje de vigilar al padre Flynn». Después viene un proceso de imposturas, de apariencias que caen, como un rayo, sobre el sacerdote de un colegio religioso norteamericano. Esto es «La sospecha», de John Patrick Shanley, un libreto que hace tres años se llevó el «Pulitzer» y el «Tony», los dos premios más prestigiosos de la escena estadounidense.

Esta tarde, a partir de las ocho y cuarto, el Palacio Valdés será el escenario al que subirán Diana Palazón (la hermana Jane) y Pilar Bardem (la hermana Luisa) y se convertirán en las dos monjas que ponen en la picota al padre Flynn, acusado de pederastia, sospechoso del crimen más horrendo. Mañana la sospecha se cernirá sobre el teatro Jovellanos de Gijón a partir de las ocho y media de la tarde.

«La directora -Natalia Menéndez- y el autor presentan cinco posibles desarrollos y dejan a los espectadores que consigan la solución», comentó Diana Palazón. «La obra no está basada en un hecho real, más bien en cosas que han ido pasando», añadió la popular actriz alicantina, que hace poco abandonó la popular serie «Hospital Central», pero que no ha dejado de trabajar desde entonces. «Conocí a Natalia Menéndez en "El invierno bajo la mesa", luego enlacé "Don Juan" y ahora "La sospecha". Dejé el convento siendo doña Inés y entré en otro para ser la hermana Jane», bromeó. Pese a la aparente dureza argumental, Diana Palazón aseguró que en la función hay «momentos para la comedia». «La sospecha» despide su gira a comienzos de junio después de una larga temporada en Madrid. «Las funciones asturianas son de las últimas», aseguró Diana Palazón. «Cuando termine esta función, ya veremos», concluyó.