Luanco, Elena R. DOCE

Cada verano conviven en Luanco los más variopintos personajes. El carnaval estival de la capital gozoniega volvió a transformar la villa marinera en una pasarela de color y buen humor. En las calles de la localidad coincidieron ayer un Rey cazador de elefantes y los medallistas de los Juegos Olímpicos del 2012 antes de Cristo. Y hasta las conversaciones de «whatsapp» fueron disfraz por un día. Luanco cambió las lanchas por troncomóviles como los de los Picapiedra y visitantes de toda la región, desde Occidente a Oriente, participaron en la tradicional fiesta de disfraces del verano, dedicada a la Edad de Piedra.

Los niños luanquinos y sus familiares abrieron la fiesta con un desfile desde la plaza de la iglesia de Santa María hasta la Torre del Reloj. Aunque ganaban en número Pedro Picapiedra y los Pablo Mármol, había disfraces para todos los gustos. Un pequeño Gonzalo García transformado en cocinero se llevó uno de los premios. Y en grupos brilló y ganó la familia Caicoya, formada por 22 romanos y dos galos que llegaron a Luanco desde Madrid, Zaragoza e incluso desde el lejano Miami. Sus gritos de guerra y sus armas preparadas ante un posible ataque entusiasmaron al jurado, que reconoció su entrega con uno de los principales galardones.

Los participantes de los Juegos Olímpicos de la Prehistoria consiguieron el segundo premio con Sergio Gutiérrez convertido en el máximo medallista de Hispania. Pero la de Luanco fue la Edad de Piedra más moderna gracias a Aleida Martínez, Inés Fervienza y Carmen Crabiffose, disfrazadas de «whatsapp».

Cientos de jóvenes se reservaron para la fiesta nocturna, que se concentró en la zona de copas y en la plaza del Cristal, donde los famosos «dj`s» Ángel Seisdedos y Keko Fernández animaron la fiesta hasta altas horas. Los luanquinos guardan hoy el disfraz y aparcan su troncomóvil para volver a la rutina. Y empiezan con la cuenta atrás para la próxima cita de su carnaval de verano.