San Tirso de Abres,

Héctor ACEBO

A la vera del Eo. San Tirso concluyó este fin de semana su XXIV Semana Semana Cultural, organizada por la asociación «San Tirso del Eo», que preside Ángel Prieto, en ese marco incomparable. Los turistas y los vecinos no sólo paladearon el sábado un suculento cocido tradicional, sino que también corroboraron la importancia social y económica que hasta hace medio siglo tuvieron las «mallas do trigo» en las aldeas de Asturias y Galicia.

La recuperación de este proceso ancestral, cuyo fin es la separación de la paja del grano con el que luego se elabora el pan, es mérito, en el occidente asturiano, de «San Tirso del Eo», que desde hace diez años celebra su propia «Festa da malla».

El sábado, varios miembros portadores de la tradición oral se ocuparon de realizar una exhibición. Según Prieto, el verdadero mérito de la representación de la malla reside, como antaño, «en el trabajo comunitario y desinteresado». Ese vínculo social pudo apreciarse, el pasado sábado, incluso durante los descansos, cuando los veteranos malladores rememoraron, bebiendo vino, infinitud de andanzas, ensoñaciones y cortejos.

Tras una jornada tan intensa, el broche final de la Semana Cultural santirseña lo puso la tradicional jira. Ayer varias generaciones se reunieron, también a la vera del Eo, para degustar los manjares de la cocina local.

Las doradas empanadas de la santirseña Edelmira Castaño eran un gozo para el paladar, pero también para la vista.