«Para mí la felicidad es estar en armonía con la familia y fluir por el mundo». Esa es la respuesta que da el catalán Juan Borras a su mujer, Montse Miró. La pregunta que ésta le hace es personal, clara y sencilla: «¿Eres feliz?». Montse, con su cámara de vídeo, documenta esta respuesta igual que las que obtiene -siempre a la misma pregunta- de toda la gente con la que se ha encontrado a lo largo de un viaje que empezó hace ya dos años y les ha llevado por muchas fronteras. Hace unos días llegaron a Picos de Europa y ahora están asentados en Gijón, en el espacio para caravanas situado en la playa del Arbeyal.

La singular grabación sobre la felicidad del mundo que hace este matrimonio catalán pasará a formar parte de su página web, aún en construcción, www.eresfeliz.com. El dominio será la ventana del nuevo proyecto de esta familia alternativa. «Si hablamos con una pareja, cada uno responde una cosa. Me está enriqueciendo mucho esta experiencia», explica Montse, que además de con su cámara de vídeo y su esposo viaja sin separarse del hijo de ambos, Alex Borras, de 2 años y medio; metidos los tres en una furgoneta que hace las veces de caravana, estos aventureros ya llevan recorridos 13 países.

La historia de su viaje comienza con el nacimiento de su hijo Alex. Con la llegada del pequeño, Juan y Montse pidieron una excedencia de un año en sus respectivos trabajos -él es conductor de ambulancia y ella trabaja en el Ayuntamiento de su ciudad, Lérida-. «Nos dimos cuenta de que el mundo está en proceso de cambio. Estábamos buscando algo y no lo encontrábamos», cuentan ahora en Gijón.

Así pues, se compraron una caravana y con ella les llegó un cambio completo de vida. El vehículo les llevó por gran parte de la geografía europea -Francia, Alemania, Noruega...- y también al norte de África. Fue entonces cuando tomaron la determinante decisión de dejar sus vidas anteriores y continuar con su viaje. «Nos cambió la vida. Nunca más va a ser igual», explica la catalana. Montse pidió otros dos años más de excedencia y su pareja Juan optó entonces por abandonar su trabajo para así poder continuar con el viaje con una única pregunta: «¿Eres feliz?».

La familia ha descubierto un nuevo mundo de experiencias y de encuentros a lo largo de su camino. A Juan no se le va a olvidar nunca el día que encontró «a un señor con su burro con una placa solar encima de la chepa que estaba haciendo la ruta de Cartago. Le pregunté de dónde venía y para mi sorpresa me respondió que venía de Alemania», recuerda Borrás.

La familia se siente francamente feliz y piensa que ya no pueden volver a sus vidas de antes. «Hasta que el niño cumpla 6 años nosotros seguiremos viajando», sentencia Juan.

El cambio radical de rumbo en sus vidas ha provocado la incomprensión de familiares y amigos de estos catalanes. «La gente no lo entiende. Dentro de lo establecido teníamos empleos considerados buenos. Nos dimos cuenta de que el mundo está en proceso de cambio y el cambio viene dado de la persona», explica Juan Borras.

El próximo destino de estos nómadas es la tierra vecina, Galicia. «¿Quién sabe dónde acabaremos? Igual en Australia», argumenta Juan.

La caravana de Juan Borras y Montse Miró es una de las que estos días se podía ver en el parque de autocaravanas, instalado junto a la playa del Arbeyal. Un espacio que se abrió hace menos de un año y que está en funcionamiento, en su primer verano, a pleno rendimiento. Casi ningún día hay espacios libres.

«Está genial. Lo único que podemos pedir es que haya capacidad para el triple de vehículos», apuntaba Martín Pérez, mientras rellenaba el depósito de agua del vehículo. «Sin queja. Aquí, al lado de la playa. En este sitio precioso? Qué más se puede pedir», añade este asturiano de nacimiento que desde que acabó la Secundaria reside en las islas Canarias. Este verano, junto a su familia y su perro, Martín Pérez ha emprendido una aventura de seis semanas que les ha traído a Asturias y les llevará hasta los Dolomitas.

La sensación de libertad de viajar en autocaravana es una de las razones que empujan a mucha gente a viajar con este medio. Para Javier Aparicio y Encarni Hidalgo, poder moverse sin dejar a sus perros es otra de las grandes ventajas, tal como relata esta pareja de la ciudad castellana de Barco de Ávila. Javier Aparicio y Encarni Hidalgo llevan viajando 10 años en autocaravana, con la que han visitado muchos países, lo que les da legitimidad para valorar lo positivo de la creación de este tipo de aparcamientos en las ciudades. «En Francia hay muchísimos parkings de autocaravanas. Aquí en España están empezando a proliferar. Estas áreas nos dan mucha seguridad. Debería haber muchas más en Asturias», sentencian estos expertos. De hecho, la falta de estos emplazamientos es una de las razones, cuentan los caravanistas, para que este tipo de turismo «pase de largo en Asturias, porque hay muy pocos sitios donde quedarse, y pongamos rumbo a Galicia, que hay algo más».