Dejaron atrás su tierra para embarcarse en inciertas aventuras buscando un futuro mejor. Unos tuvieron suerte y consiguieron prosperar; otros, la mayoría, no encontraron más que miseria en sus destinos. No, esta no es la descripción de la realidad de miles de jóvenes en la España actual. Se trata de la situación que vivió la juventud española de finales del siglo XIX y principios del XX que decidió emigrar a América: los indianos.

En Trasona, aprovechando las fiestas patronales, los vecinos decidieron hacer un homenaje en memoria de estos emigrantes con una comida popular. Animadas por la soleada tarde, unas 600 personas acudieron a la cita, todas ellas vestidas con ropas blancas y beiges, como las que llevaban sus antepasados. "Aquí había muchos indianos, y el día de San Pelayo venían a comer debajo de las paneras, pero como ya no hay, hemos puesto una carpa para reunirnos", explicaba Rosi Rodríguez, una de las organizadoras, sobre el motivo de esta iniciativa.

"¿Quién hay en Asturias que no tenga un indiano en su familia?", se preguntaba Alejandro Verderja, uno de los asistentes. "En nuestra familia fue un tío de mi madre. Emigró a Santo Domingo y fue de los pocos a los que le fue bien. Vino millonario", relataba el propio Verdeja. Su antepasado se quedó allí y formó una familia. "Sus descendientes están en Miami. Mantenemos relación muy esporádicamente, porque ya somos familiares en tercer grado, aunque sí sabemos de ellos de vez en cuando. Por ejemplo, tenemos constancia de que dos hijos suyos estuvieron combatiendo en Vietnam", añadió.

Agradecido por la oportunidad de poder recordar a sus ancestros se mostraba Miguel Ángel Fernández. "Mi abuelo se fue a Cuba con nueve años, y estuvo allí un montón de tiempo. Hizo dinero y volvió a Asturias, pero justo le pilló el estallido de la Guerra Civil y todo se fue al garete", contaba. En cuanto a la comparación entre la realidad que le tocó vivir a su abuelo y la que se vive ahora en España, Fernández lo tiene claro: "La situación de esa gente era mucho peor que ahora. Mi abuelo se fue siendo un niño, tuvo que dejar atrás a sus padres, hermanos, amigos... Ahora, aunque la coyuntura sea mala, no se pasan tantas penurias".

Y es que la situación actual recuerda, en parte, a la que vivieron los indianos. "Es uno de los motivos por el que decidimos organizarlo, porque los jóvenes son los indianos de hoy en día. Han venido familiares de algunos vecinos que se encontraban trabajando en el extranjero, lo que hace que la situación se parezca", explicaba Rosi Rodríguez.

Encantados con la iniciativa se mostraron Puri Martínez, Sole Arias, Erundina Arias y Enrique Blanco, quienes aseguraron "volver el año que viene si se organiza". Todos ellos afirman tener algún antepasado que se fue a hacer las Indias.

"A unos les fue regular y a otros mal", recordaba Erundina Arias. Se trataba, en cierto modo, de una apuesta contra el destino en pos de una suerte que no siempre llegaba. Ayer, en Trasona, aquellos aventureros tuvieron su homenaje.