"Viene gente de todo el mundo pero, en realidad, es una fiesta popular asturiana. Si nosotros no somos los que tiramos de ella, no lo hará nadie", comenta Raquel López, natural de Sotrondio y sellera de corazón. Luce un exagerado tocado multicolor. Está abrazada a su marido, Suso Comesaña, que disfrutó del desfile tradicional con un llamativo disfraz de vaca. Están en la calle Argüelles de Arriondas, una hora antes del pregón que dio paso a la salida de la septuagésimo novena edición del Descenso del Sella.

Pese a las palabras de Raquel López, se trata de un evento deportivo internacional, al que cientos de personas de diferentes partes del mundo acuden cada año. Bien sea para competir, para animar o para disfrutar del ambiente jaranero que se respira en las orillas del Sella estos días. Además, según informó el Presidente del Comité de Organización del Descenso Internacional del Sella, José Antonio Modino, "durante esta semana la población crece un 10 por ciento y eso nos hace progresar mucho a todos".

Medio mundo afluye a Arriondas y Ribadesella. "Somos todos de aquí, estamos trabajando fuera de Asturias, pero es una fiesta tan grande y tan nuestra que nos encanta venir a pasar estos días con los nuestros", explicaba Yannick Cermeño que se ha desplazado desde Bélgica sólo para presenciar el tradicional Descenso. Exhibe una larga melena rubia. Su amigo, Rubén Palomo, asegura que se ha trasladado desde Chile para "disfrutar de la fiesta y ver las Piraguas con los amigos de siempre". Otros, como José Sánchez, "de Arriondas de toda la vida", explica que actualmente trabaja como dentista en Normandía, en Francia. "Ahora estoy de vacaciones y me encanta venir a mi tierra esta semana. Aprovecho para estar con la familia y ver el Descenso, que es un auténtico espectáculo". Su acompañante, Javier García Alonso, que se desplaza desde Cuenca, califica a Asturias como "la mejor comunidad del mundo". Su razón: "la fabulosa bajada de las Piraguas, la fiesta y el ambientazo de todo el pueblo que sale a la calle". El número de países participantes superó por cuatro nacionalidades a la edición pasada. Este año, fueron 21 estados distintos los que tuvieron representantes en la fiesta sellera. Todos ellos, afluentes del mundo para el Sella.