En sólo tres semanas "Canela" y "Tizón" han conquistado el corazón de los cinco becarios que descubren durante estos días los secretos del mundo animal en el zoológico La Grandera, de Sotu Cangues, en Cangas de Onís. Porque estos dos lobos árticos canadienses, hermanos de dos años de edad, son mimosos, cariñosos y juguetones, como dos perrillos. Y son, de entre los 350 animales que viven en la instalación que dirige el naturalista Ernesto Junco, los preferidos de toda la plantilla, incluidas las francesas Jodie Nielsen y Sara Sablier, alumnas de un instituto de Alsacia; y los estudiantes de Veterinaria Daniel Fernández, y Biología, Gonzalo Gómez y Hernando García-Albi.

Daniel Fernández, que de niño vivió en Cangas de Onís, está "encantado" en el zoo. También lo están las dos jóvenes francesas, que, al estar obligadas ha hacer prácticas en el extranjero, eligieron el centro cangués porque preferían uno pequeño. García-Albi, que repite prácticas en La Grandera, está tan feliz con la experiencia que, si puede, repetirá por tercera vez el año que viene.

Gonzalo Gómez eligió el local de Ernesto Junco porque conoce a Hernando de la Facultad y él y los demás becarios del año pasado le hablaron "muy bien" del zoo. Además "quería unas prácticas de este tipo. Me dio que sería una buena oportunidad y no me equivoqué", añadió. Los chavales, de entre 19 y 22 años, lo están haciendo "muy bien", según Junco, porque "como todos los que pasan por aquí, vienen a aprender. Y al que viene verde lo maduramos enseguida", señaló con gracia.

En la primera semana, los estudiantes, que conforman el tercer turno de becarios de este verano, conocieron el zoo y acompañaron a las encargadas, Isabel Blanco y Nuria Betanzos. En la segunda semana participaron en tareas no delicadas, como dar de comer a determinados animales, pero siempre con la supervisión de los expertos. Y en la tercera semana, esta, ya están familiarizados con las instalaciones y con los animales y son "uno más". El problema es que, justo ahora, "acaban y e van", lamenta Junco. Eso sí, se llevarán el imborrable recuerdo de "Canela", "Tizón" y los demás inquilinos del zoo.