El Hípico calienta motores a unas horas de que la gran competición de comienzo. El día previo al pistoletazo de salida es un momento clave para que muchos de los detalles que conforman un evento multitudinario como este salgan bien. Desde el proceso veterinario al que se someten todos los animales hasta la correcta instalación de los equipos de vídeo y sonido, nada puede quedar sin revisar. Desde que comienza el día el trajín no para en el Hípico. Lo primero es colocar en su sitio todos los obstáculos que habrá en el primer día de competición. No pueden faltar tampoco las carpas y servicios de comida y todas las máquina tienen que estar a punto para empezar a emitir boletos ganadores.

La tarde de ayer el certamen disfrutó de una sencilla inauguración en la que se hizo un breve homenaje al fotoperiodista asturiano y colaborador del concurso en los últimos años, el fallecido Joaquín Bilbao, a quien El Concurso de Saltos Internacional Oficial (CSIO) quiso hacer un pequeño guiño con una exposición de sus mejores instantáneas del torneo.

Por su parte, los 79 jinetes de diferentes nacionalidades que participarán ya han llegado a Gijón dispuestos a competir con garras y dientes. Algunos de ellos pudieron aprovechar el día de ayer con ensayos de última hora en la zona de entrenamientos del hipódromo de Las Mestas. Otros, en cambio, reservaron sus fuerzas para el cóctel de bienvenida que se celebró a las nueve en la sala Acapulco. Entre los muchos invitados no faltaron asiduas como Marta Ortega, hija del multimillonario propietario de Inditex.

Luis Fernández Gil Fournier, que además de competidor es el encargado de la sección de saltos y de la formación de jinetes del ejército, es otro de los participantes que se dejó ver por el Casino de Asturias. El burgalés aseguró que "la competición de Gijón es de la máxima categoría a nivel mundial, es un torneo de cinco estrellas. La ciudad hace un esfuerzo enorme por organizarlo y eso se nota, sobre todo porque atrae a muchos competidores extranjeros". Julie Andrews es una de las amazonas que ha saltado fronteras para poder participar por primera vez en un certamen tan sobresaliente como el de Gijón. De su primera impresión del concurso saca que "la atención al detalle es de primera calidad y la organización es excepcional. Lo poco que he visto de la ciudad me ha parecido muy bonito, muy 'spanish', y la comida es increíble. Creo que algún día volveré de vacaciones".

La emoción porque el evento empiece no es exclusiva de los jinetes, son muchos los que apenas podían aguantar las ganas de disfrutar de la exhibición y del ambiente festivo que se respira entre los chiringuitos, las carpas de bisutería y ropa y las máquinas de apuestas. Soli Castaño es una de esas aficionadas que, harta de esperar a que el gran día llegara, decidió pasarse por Las Mestas ayer, antes incluso de que la competición empezase. "Me encanta el Hípico, vine toda la vida y disfruto mucho apostando aunque la mayoría de las veces elijo al azar", explicaba. A su lado, su amiga Isabel Robles, con quien comparte afición, comentaba que "hace 25 años que no me lo pierdo y todos hago lo mismo. De la última apuesta me tengo que marchar ganando sí o sí, por eso me lo juego todo".