Las banderas azules ondean ya en 18 playas asturianas repartidas en doce municipios. Representantes de todos ellos recogieron ayer en Arnao, delante del castillete de la mina, las enseñas que otorga la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), un galardón que ha cumplido 30 años de existencia y que distingue el esfuerzo de sostenibilidad en los arenales españoles. La vicepresidenta de ADEAC, Virginia Yuste, fue la encargada de entregar las banderas en un emotivo acto en la explanada de acceso a la mina de Arnao bañada ayer de lleno por el sol estival.
Las decenas de premiados e invitados recibieron la bandera azul que portaron desde la bocamina Roberto Rodríguez Vicente y Rodrigo González Viña, dos castrillonenses nietos de mineros de Arnao. El concejal del Ayuntamiento de Castropol Ramón González recibió la bandera azul de la playa de Arnao y la compartida con Tapia de Casariego del arenal de Penarronda. El alcalde de Tapia, Enrique Fernández, también recogió la enseña de la playa de Anguileiro. Los concejales valdesanos Ricardo García y Ángeles García se fueron con tres banderas: las de las playas de Otur, Salinas y Cadavedo. La edil de Cudillero Verónica Pardo recogió la de la Concha de Artedo. La bandera azul de la playa del Aguilar se la llevó la alcaldesa de Muros de Nalón, Carmen Arango; y la de los Quebrantos, la edil sotobarquense Carmen Pulido. La concejala de Turismo de Castrillón, Mar González, recibió las enseñas de Salinas y San Juan de Nieva. El concejal de Cultura de Gozón, Manuel Hernández Barrios, fue el depositario del premio de la playa de Luanco; y el concejal de Llanes Juan Carlos Armas, el de los arenales de Barro, Palombina, El Sablón y Toró. También recibieron distintivos de calidad las playas de Rodiles y La Ñora, en Villaviciosa.
En el acto se repartieron los distintivos de centros y de senderos azules, hasta un total de once, así como el del puerto deportivo de Gijón, que recogió su directora Flor Guardado y el del buque "Creoula" de la Universidad Itinerante del Mar, que recogió Fermín Rodríguez, director del Centro de Servicios Universitarios de Avilés.
Muchos fueron los invitados que ayer quisieron compartir un rato con los premiados, como Jaime Arias, director de Asturiana de Zinc (Azsa), empresa heredera de la Real Compañía Asturiana de Minas de Arnao (RCAM) que puso en marcha la mina en 1833 y 20 años después la fábrica de cinc.
