Su misión era la de rejuvenecer y reinventar la mitología asturiana. Y el fruto de su trabajo se ha recopilado en la muestra "Asturias 3.0: de la leyenda al papel", la exposición que esta semana abrió sus puertas en el Centro Municipal Integrado de Pumarín-Gijón Sur. La firma la ponen un puñado de artistas de la Escuela de Arte de Oviedo: Sara González, Laura G. F., Moi Romero, Kiyari Do, Sara R. Cabeza, Glauco A. Argüelles, Pablo Ballesteros, Salva Di Marte, Aitor Fernández Batalla, Illemi Cuesta, Marta Penélope, Irene Félix, Aida S. Vallejo, y Luc Bueno González, comisaria de la exposición. Todos ellos han plasmado sus capacidades de creación en 25 láminas de seres mitológicos enmarcadas a todo color donde se muestran los rasgos de algún personaje del imaginario asturiano a tenor de los gustos del artista. El "Diañu Burlón", el "Busgosu", la "Xana", "la Guaxa" o la "Llavandera" tienen ahora un toque actualizado.

Es el caso del "Diañu Burlón", obra de Luc Bueno Glez. Afirma Bueno que con su obra buscaba "darle un toque más cómico" y que en la misma se puede apreciar que "no hay maldad, mi personaje es graciosillo". La elección del personaje mitológico asignado a cada artista se hizo a sorteo y a cada uno de los dibujantes les tocaron dos criaturas. De su obra, Luc también destaca que "es un guiño al 'Joker'" y con respecto a la representación original encuentra cambios en "el color, aunque la anatomía está bastante respetada, salvo la nariz que es un poco exagerada". Laura G. F. se hizo cargo del Busgosu y La Zamparrampa. De su primer retrato, que es el que más le gusta, recalca:"Le puse un poco pícaro ya que en algunas zonas se le representa como a alguien malo y en otras como a alguien bueno". Menos dudas tiene con La Zamparrampa a la que sí que considera "una representación maligna". Las dos comparten una composición cerrada y sobre fondo blanco que la artista justifica diciendo: "Me dejo llevar por la forma en que trabajo", al tiempo que muestra su predilección por los "contornos y colores muy marcados".

El Pesadiellu y La Guaxa corrieron a cargo de Moi, que estaba encantado porque son "dos personajes fantasmagóricos". De 'El Pesadiellu' comenta que se le había representado "como un perro o como un macho cabrío y yo lo he hecho a mitad de camino entre las dos representaciones clásicas, con una huella amenazante por detrás y en tinta china". A juicio de Moi, la exposición busca "renovar la mitología asturiana" porque "en cualquier parte de Asturias los seres son iguales y han salido de una misma cabeza pensante y quizás están un poco obsoletos".

En el centro de la sala se expone una muestra con algunos de los bocetos que emplearon los ilustradores en sus dibujos y hay una pantalla en la que se van mostrando imágenes de los estudios que emplearon los artistas. Los hay que emplearon un formato manual y otros que lo hicieron por uno más digital.

"Hasta que no me puse con ello no tenía ni idea del tema", relata sincero Glauco A. Argüelles. Su nombre, de origen griego, contrasta con su apellido asturiano. "Es una mezcla entre lo clásico con lo local", bromea. Y quizá el nombre le ha marcado: "Soy muy clásico en mis planteamientos", precisa respecto a su estilo.

"Todos estos personajes muestran mensajes poco maquillados", algo que ejemplifica con una de sus obras: La Llavandera, una señora mayor que lava la ropa en un río. "Igual la moraleja es que hay que ayudar a los abuelos", comenta en tono jocoso Argüelles. Aunque de las dos pinturas que le corresponden, muestra su predilección por El Home Marín. Considera que lo primordial de estas láminas es que "deben respetar la figuras y rasgos esenciales del personaje" y lamenta que "la producción de ilustraciones asturianas no es muy alta". Ellos son buen ejemplo de que la situación puede mejorar.