Un dron es una herramienta que puede llegar a ofrecer un enorme abanico de posibilidades, pero en Asturias, en gran parte debido a la rígida legislación existente, las funciones actuales que realizan las aeronaves no tripuladas están limitadas a unas pocas tareas. "El mayor uso de los drones se sitúa en montajes de vídeo y fotografía. Tenemos un problema muy serio con la normativa tan estricta que existe. Hay empresas que adquirieron drones para labores de topografía y no pueden utilizarlos. Se está frenando el desarrollo de empresas", explica Pelayo Álvarez-Valle, presidente de la Asociación de Operadores de Drones de Asturias.
Haciendo una ronda de consulta entre distintos profesionales de las aeronaves no tripuladas que operan a lo largo de Asturias, la conclusión es clara; los usos de los drones están muy enfocados para empresas de montajes audiovisuales, y en un segundo lugar, pero muy lejos del primero, podrían situarse labores de fotogrametría, o lo que es lo mismo, la medición de grandes extensiones para obtener mapas.
"La ley actual no permite la presencia de drones en núcleos urbanos, por tanto los usos se centran en labores de montaje de vídeos. Podría haber muchos más, como la fotogrametría o la seguridad. Nosotros hemos presentado un proyecto al ayuntamiento de Oviedo para aprovechar el dron que tiene el consistorio", comenta Gonzalo Canel, vicepresidente de la Asociación de Operadores de Drones y regente de una empresa que se dedica principalmente a la formación para pilotar drones (Dron Asturias).
