Había temor a lluvia por el encapotado cielo gris de la mañana del día de Begoña. Pero el agua respetó la tradición. Un año más el ruedo de la plaza de toros de El Bibio se convirtió en lugar de culto religioso con la celebración de la misa más taurina del año. En esta ocasión ante casi un centenar de feligreses que aunaron sus dos devociones y con un nuevo sacerdote al frente de la homilía, el padre Jesús Rodríguez Chilán.

La misa a cielo abierto comenzó a la una del mediodía. El altar, primorosamente confeccionado, cambió los terrenos habituales del patio de arrastre por los de las inmediaciones de la Puerta Grande. El padre Jesús Rodríguez Chilán, de la orden de los capuchinos, ofició la ceremonia religiosa en sustitución del padre Villanueva, que durante muchos años mantuvo iluminada esta llama en El Bibio. Al saber de la imposibilidad de que el padre Villanueva pudiese participar, por motivos de edad, la peña taurina Miguel Ángel Perera se movilizó para salvar esta tradición. Suerte que como peña tienen capellán propio gracias al vínculo contraído durante los tres años que pasó en Gijón Rodríguez Chilán. El nuevo sacerdote de El Bibio acostumbra a acompañar a los miembros de la peña a numerosas excursiones, tanto al campo como a las corridas de toros de otras ferias.

Rodríguez Chilán aceptó la propuesta y ayer comenzó su primera misa en El Bibio pidiendo una oración por los empleados de la plaza fallecidos a lo largo del año. Sus menciones especiales fueron para el doctor Obregón, integrante del equipo médico de la plaza; para el crítico taurino José Luis Suárez Guanes y para el torero Iván Fandiño. Precisamente, una fotografía de Iván Fandiño presidió la misa gracias a la idea de la peña taurina Gijona. Colocaron un mural con una gran imagen de Iván Fandiño, otra de Víctor Barrio, fallecido la temporada anterior también por una cornada, y del mexicano Rodolfo Rodríguez "El Pana". Un mural arropado por un ramo de flores.

La misa tuvo también su parte musical. En esta ocasión, en lugar del coro rociero, participaron las integrantes de la peña taurina a Miguel Ángel Perera como coristas con canciones religiosas. Temas que habitualmente ensayan durante los viajes en autobús a otras plazas españolas.