"Una experiencia muy dura, pero la repetiría". Ángela López, 20 años, trabajadora en el estand de EDP en la Feria, dejó en la discoteca el Jardín en la madrugada del lunes las fuerzas que casi creía que ya no le quedaban tras quince días de trabajo intensivo. Todo esfuerzo era poco para cerrar por todo lo alto una nueva edición del certamen gijonés. Con su opinión, López expresa el pensamiento coincidente de la mayoría de trabajadores que, en los últimos 15 días, pusieron su dedicación al servicio de la Feria Internacional de Muestras de Asturias. Y que el domingo no faltaron a la masiva cita de la fiesta final.

Entre música, emoción y mucho ambiente, un numerosísimo grupo de jóvenes tenían claro que había que poner el broche de oro a quince días de muestras y expositores, pero, sobre todo, a dos semanas entre "gente muy guay", como piensa Patricia Alonso, azafata de EDP, para quien la Feria es "el mejor sitio para conocer gente de tu edad". Unos días que, a pesar de ser "muy duros" dejan grandes enseñanzas para los jóvenes que, ya es tradición en Gijón, que se inicien en el mundo laboral con la inmersión ferial. "Aprendes a trabajar con jefes estrictos y bajo presión", asevera López. También en su caso cree que "todo el esfuerzo de estos días merece la pena por la gente con la que entablas relación; personas muy interesantes de diferentes sitios ", argumenta.

Pero aparte de buen rollo, estos azafatos se encuentran, sobre todo, con mucho trabajo. Alrededor de 11 horas por jornada es el tiempo medio que los empleados dedicaron a la Feria de Muestras para hacer del certamen un lugar atractivo para sus visitantes y para que la información sobre cualquier tendencia esté al alcance de todos.

Clara Díaz ha colaborado con LA NUEVA ESPAÑA día tras día en su stand y esperaba con "muchas ganas esta fiesta, porque empatizas más con otros trabajadores". Para esta joven de Pola de Siero, la anécdota de la noche fue "descubrir cómo visten mis compañeros con ropa de calle, acostumbrada a verles con uniforme. Es muy impactante", bromea. Su compañero de pabellón, Miguel García, afirma que no dudaría en volver a repetir la experiencia: "Si no tengo otros compromisos en esas fechas, seguramente vuelva el año que viene, que sería el cuarto consecutivo", asegura. Nacho Fernández, conocido como DJ Nack, fue el encargado de poner música a la zona de más ambiente multitudinario, la terraza del Jardín. Ya es un habitual de la cita, pero ésta no deja de impactarle. "Ver El Jardín, un lugar tan emblemático, lleno hasta la bandera pone los pelos de punta. Y esto sólo ocurre de fiesta fin de feria en fiesta fin de feria", cuenta Nacho Fernández. "Es una fiesta única y llena de magia", añade. Así lo cree también el madrileño Jaime Peña: "se la recomendaría a todo el mundo".