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Camino entre pucheros

Guisos en tierra valdesana

Fabes, arroces y los productos de la mar no tienen secretos para Marisa Fernández, cocinera del mesón La Granda en Cadavedo

Guisos en tierra valdesana

Entre los muchos pueblos guapos que tiene Valdés, Cadavedo enamora ya desde el primer instante, tanto por el entramado de sus calles, pobladas en buena parte de casas de fachadas blancas y tejados grises, como por las múltiples flores que adornan sus rincones y esa mar inmensa y azul que anima a acercarse a contemplarla desde uno de los rincones más impresionantes de esta localidad: junto a la capilla de La Regalina, asomada a los acantilados de la Punta El Cuernu, y desde donde también se observa, a la derecha, la preciosa playa de La Ribeirona.

Con semejante pueblín con encanto en la costa del occidente asturiano, normal que se enamorarán de él y se fueran a vivir allí una carbayona y un sierense: Marisa Fernández Cascajares, nacida en Oviedo, y Florentino García Martínez, conocido por todos como Tino, natural de Valdesoto. Durante varios años regentaron un local hostelero en Cadavedo y desde hace algo más de cinco años y medio están al frente del mesón La Granda, donde Marisa disfruta cocinando para su variada clientela, tanto vecinos como trabajadores, viajeros y turistas que por allí pasan.

Mientras que buena parte de la vida laboral de Tino se desarrolló en el mundo de la hostelería, en el caso de Marisa se ha compartido con otro oficio, el de pescadera. "Mis padres tenían una pescadería y los estuve ayudando. La cocina la fui aprendiendo libremente, pero es que además siempre se me dio bien, disfruto mucho cocinando. Para mí no hay mayor alegría cuando las fuentes vuelven vacías de las mesas porque supongo que a los clientes les ha gustado lo que comieron", dice ella sonriendo.

En el mesón La Granda el mayor espacio lo ocupa su estupenda terraza, donde es una gozada comer con buen tiempo, mientras que en el interior hay espacio para unas treinta personas. De lunes a viernes dan un menú a 9 euros con cuatro primeros y cuatro segundos a elegir, además de postres, mientras que el fin de semana, y por ser más especial, el precio es de 12 euros, también cuatro primeros, cuatro segundos y postres a elegir. Por ejemplo, este fin de semana, el sábado tendrán, entre otros platos, fabada, arroz caldoso con marisco, ensalada de gulas y gambas, cordero al horno o merluza en salsa de oricios, mientras que el domingo habrá fabes con rabo de toro, pote, garbanzos con langostinos, cachopo de ternera o salmón al cava, además de postres.

Su carta es extensa, con una gran variedad de picoteo. Preparan, además, por encargo, y para un mínimo de dos personas, algunas especialidades de la casa, como son la paella de marisco con bogavante, revuelto caldoso (setas, gambas y almejas), fabes con almejas, fabes con centollo o pote asturiano. No faltan en su carta almejas a la sidra o a la marinera, ademas de fritos de bacalao o merluza fresca preparada de cuatro formas. En postres, conviene citar la tarta de queso, arroz con leche, requesón o tarta San Marcos, aunque van variando. En fin de semana conviene llamar y reservar en el 985645032. Cierran el miércoles por descanso, excepto los meses de julio y agosto, que abren todos los días. Tienen aparcamiento.

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