Carlos Lorenzo conoció a Leopoldo Alas Argüelles a través de sus escritos y de la obra "El Rector", de Pedro de Silva. Lorenzo descubrió entonces a un hombre bueno, un humanista, Alas Argüelles, que murió fusilado por los franquistas en 1937. Lorenzo encarna al hijo de Clarín en la obra que se estrena mañana a las 20.00 horas en el teatro Campoamor (entradas 8 a 14 euros). El domingo habrá otra sesión a la misma hora. El texto es de Pedro de Silva, la dirección de Etelvino Vázquez y la escenografía de Luis Antonio Suárez.
- ¿Un personaje difícil?
-Tiene una complicación, y es que es una persona muy tranquila y ecuánime. Esta función cuenta su detención, la cárcel y su fusilamiento. Lo complicado es hacer el papel de una persona que representa lo racional, que es capaz de entenderlo todo, que asume su detención y su futura muerte.
- Leopoldo Alas Argüelles fue un hombre poco teatral.
-No mostraba mucho sus emociones y eso supone un reto, una dificultad a la hora de llevarlo al escenario. Es complicado hacer un personaje que en una situación límite muestra lo justo.
- ¿Cómo lo hace?
-Hay un motor que va por dentro. Son emociones, rabia, impotencia, que se van tapando y sólo salen en momentos muy puntuales. Es trabajo de ingeniería.
- Más de ocultar que de mostrar.
-Sí. La función más emocional y emotiva de la obra la tiene la mujer del Rector, una persona que expresa mucho lo que le pasa, que en seguida se le nota mucho.
- Era un hombre bueno.
-Y es un hándicap representar a una persona tan buena, tan comprometida con esos valores. Le matan precisamente por ser así, antes de decir una palabra a favor del alzamiento de Franco prefiere que le ajusticien. Era un hombre que, viniendo de una familia bien y teniéndolo todo, se puso del lado de los revolucionarios y acabó pagando por ello. También pagó un poco por su padre, Clarín, y por "La Regenta". En Oviedo le tenían bastante ojeriza.
- Una figura que permaneció en el olvido.
-No tenía ni idea de que existía hasta que me leí la función y estos artículos. Ahora que conozco el personaje me parece fundamental que se recuerde, es parte de la memoria histórica que se nos está negando. Ese olvido en el que permaneció viene de ahí, de esa negación de la memoria histórica.
- ¿Qué nos cuenta la obra "El Rector"?
-La trama empieza con la Revolución del 34, cuando él tiene el presentimiento de que algo va a ocurrir y empieza a darle vueltas. Los revolucionarios han destruido la biblioteca, que es lo que él más quería, pero entiende que lo hacen por una causa y eso le genera muchas dudas. De ahí se salta al alzamiento de Franco, cuando le anuncian que si no declara en favor del levantamiento podría tener represalias, y así sucede. El juicio es una patochada, sólo tienen como prueba una foto en la que aparecía junto a gente de izquierdas. Tiene mucha fuerza la escena en que su esposa redacta una carta a Franco para pedir clemencia y luego se la leen al dictador. Todo acaba con el fusilamiento.
