Llega el momento de embellecer las casas para la Navidad, y para ello no sólo disponemos del tradicional abeto, que adornamos con gran imaginación y alegría, sino que también hay otras especies vegetales que nos pueden ayudar a decorar nuestras casas, jardines y terrazas.

Entre ellas se encuentra la tradicional flor de Pascua o flor de Navidad, con sus brácteas coloreadas de rojo, blanco amarillento o rosadas, en los extremos de sus ramas, dando la sensación de grandes flores, pero en realidad sus flores, diminutas y amarillas, están situadas en el centro de esta falsa flor. El acebo, arbusto navideño por excelencia, es muy utilizado en la confección de ramos y adornos, sus hojas espinosas de un verde intenso contrastan con sus frutos, unas bolitas de color rojo, que en ocasiones se agrupan en racimos.

El muérdago, planta semiparásita de hojas verde claro, un poco carnosas y con unos frutos en forma de pequeñas bolas, de color blanco transparente y de tacto pegajoso, es conocido tradicionalmente como la planta del amor y la suerte. La piracanta, arbusto leñoso con vistosos ramilletes de frutos anaranjados, muy utilizado en la confección de centros.

El rusco o arrayán es un arbusto muy tradicional por sus tallos y sus hojas, que en realidad son diminutas escamas; las verdaderas hojas son tallos ensanchados rígidos y acabados en pincho, donde en invierno se desarrollan sus frutos rojizos que lo hacen tan atractivo como adorno navideño.

Otro elemento vegetal muy utilizado es el musgo, tan presente en los belenes, pero es muy importante recordar que tanto este como la mayoría de las plantas mencionadas están en peligro de extinción y protegidas por la ley, por ello hay que adquirirlas siempre con certificado de origen para así salvaguardar la especie. Otras plantas con flor muy habituales en esta época son la calceolaria, el ciclamen, el anturium y las azaleas.