La soprano madrileña María Rey-Joly será Merche en el espectáculo "¡Cómo está Madriz!", que se verá el viernes 24 en el teatro Campoamor de Oviedo -y después los días 25 y 27-, formado por dos zarzuelas, "La Gran Vía" y "El año pasado por agua", según una recreación del director de escena Miguel del Arco. Una denuncia satírica de la corrupción que provocó airadas protestas de algún sector del público en las recientes funciones ofrecidas en la capital de España. "¡Cómo está Madriz!" es el cuarto y último título del XXIII Festival de Teatro Lírico Español, que desde marzo se desarrolla en Oviedo.
-Le toca cantar cosas muy conocidas.
-Sí, por ejemplo eso de "Pobre chica la que tiene que servir", de "La Gran Vía, y de "El año pasado por agua", "Oiga usté, caballero". Dos tangos.
-Para una madrileña.
-Sale muy bien, todo ambientado en Madrid con el característico carácter y energía.
-Y el público protesta.
-La bronca es algo que al final es casi lo más comentado. Pero yo me quedo con los fuertes aplausos, la gran reacción del público, algo brutal. Hacemos un bis con el pasacalle y la gente entregada. La mayoría de la gente, pero acaba teniendo más eco lo otro. Para nosotros es violento y desagradable estando en el escena. El público aplaude a rabiar "¡Cómo está Madriz!", pero tienen mas eco el boicot. Todo el mundo tiene derecho a que no le guste, pero no a interrumpir.
-"La Gran Vía" es maravillosa.
-Tiene una música maravillosa y la adaptación de Miguel del Arco es fantástica. Soy muy fan suya. No lo conocí hasta este título y es un verdadero animal del teatro. Conoce la profesión, lo que ha hecho con las dos obras es fantástico.
-Llegan a Oviedo bien ensayados.
-Por supuesto, hicimos en Madrid dieciocho funciones y antes habíamos estado cinco semanas ensayando.
-¿Se adaptan al teatro Campoamor?
-Siempre cambian un poco las cosas. Las dimensiones son algo más reducidas, pero ya hicimos dos ensayos centrados en los aspectos técnicos y con el maestro José María Moreno y la Orquesta Oviedo Filarmonía. Vinimos todos, el domingo pasado acabamos en Madrid y nos vinimos todos para aquí.
-¿A la playa con estos días?
-No tenemos mucho tiempo, pero si aparece un hueco nos iremos a la playa, claro que sí.
-Hace dos años ya cantó en el Campoamor.
-"El Pimiento Verdi", de Boadella, un gran espectáculo, todo muy bien justificado. Y con él hice también, en febrero, "Don Carlo", de Verdi, en los teatros del Canal. "El Pimiento" era una gamberrada genial con mucha música y todo justificado. "Don Carlo" es una gran ópera.
-La zarzuela siempre pone el dedo en la llaga y en asuntos de permanente actualidad.
-Es tremendo que después de tantos años los argumentos de estas zarzuelas sirvan igual; qué fuerte que no se haya arreglado nada o al menos las cosas que salen en escena. En "La Gran Vía" se habla de la burbuja inmobiliaria; los ratas, ese número tan famoso, sirve para criticar la corrupción que aparece hace un siglo como ahora. Sale Pablo Iglesias, el original, el que fundó el PSOE y también el de ahora.
-Así que se divierte trabajando.
-Disfruto con mi trabajo, aunque a veces el esfuerzo sea muy grande y haya situaciones que es necesario superar. Y si se trata de una comedia todo es más fácil, no hay una carga emocional que te desvíe por otro camino. En esta compañía hicimos piña, como una familia y además hay mucho talento en escena, como se verá el viernes.
-¿Qué canta y qué le gusta cantar?
-Estoy centrada en repertorio más lírico, papeles verdianos o de Puccini. También hice repertorio más ligero con coloratura. Ahí me ayuda el carácter. Hice, por ejemplo "Don Pasquale". Soy soprano lírica y como tengo facilidad para el agudo y la coloratura hago otros papeles. Debuté en el teatro de la Zarzuela, como solista, con Emilio Sagi.
