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Toni Cantó | Representará "Aquiles, el hombre" en Oviedo

"En la obra se ve al guerrero, al héroe que le asaltan dudas"

"Me puse un poco Aquiles cuando fue Bárcenas al Congreso, acudió con una chulería insoportable"

Escena de "Aquiles, el hombre".

Toni Cantó protagoniza "Aquiles, el hombre", obra que viene de triunfar en el Festival de Mérida, en el Bellas Artes de Madrid y que representará en el teatro Campoamor de Oviedo el 15 de julio (20.30 horas) en una única función. El actor y diputado de Ciudadanos está muy satisfecho con este trabajo, con el que está cosechando muy buenas críticas. En esta charla con LA NUEVA ESPAÑA desmenuza la obra con nitidez y lúcidas reflexiones, a la vez que da tres o cuatro pinceladas de la actualidad política: "Me puse un poco Aquiles con Bárcenas. Fue al Congreso con una chulería insoportable, y yo me puse en el papel de muchos españoles que han soportado un momento de crisis con sufrimiento y estrecheces", dice el actor.

- En la obra hay un Aquiles harto de la guerra, otro cruel, otro comprensivo, muchos papeles en uno.

-Es un tipo complejo al que vemos en un lugar especial. La función es entre bastidores, adonde llegan los guerreros tras guerrear, y ahí se les ven las dudas, e incluso en mi caso (Aquiles) el trato con la criada. Pero sí, Aquiles está en un momento especial en el que se advierte el cansancio de la guerra y que las dudas empiezan a humanizar al enemigo, lo ve como un igual.

- ¿Se ve el lado humano más que el guerrero?

-Sí, el lado más humano del personaje. Es la parte desconocida del héroe, no es tanto un héroe por guerrear sino por las dudas que le asaltan. Empieza a plantearse cosas que ningún otro guerrero se plantea.

- ¿La puesta en escena?

-Hay un montaje excelente, con la música de Delgado inspirada en algo tal moderno como "Pink Floyd", o la ropa, que con una camiseta se consigue una estatua. Es un montaje sencillo, lo complejo es que funcione un montaje sencillo.

- ¿Una escena moderna para teatro clásico?

-No hay otra manera de hacerlo porque no tenemos ni idea de cómo hacían, pero tiene sentido; no hay ocurrencias. Está estudiado y para mí ha sido un montaje impresionante. Es la obra en la que mejores críticas recibí.

- Usted dijo que deshumanizar al enemigo era una salvajada.

-Esto es lo que hacían los nazis. Cosificar al enemigo para que te libere de la responsabilidad, de la culpa y vergüenza de las animaladas que se hacen. Esto lo hacían entonces esclavizando, y yo (Aquiles) con la esclava Briseida empiezo a verlo de otra manera y ella ayuda a que él empiece a ver al enemigo de otra manera.

- ¿Es una función antibelicista?

-Como metáfora habla también de nuestras guerras internas. Hasta que no organizas tus guerras y las ganas es complicado que dejes de guerrear hacia fuera. Es el sinsentido de unos tíos que guerrean años por el capricho de un rey. Y empiezan a plantease si eso merece la pena.

- ¿Hay política entre tanta guerra y guerreros?

-Agamenón es un político puro y duro, un tío que envía a sus hombres a la guerra por intereses comerciales; se presenta como un político moderno. Agamenón torea a todos éstos, vive con otros códigos.

- ¿Y a usted le preguntan mucho por la política?

-Absorbe, presido la comisión contra la corrupción, soy portavoz de la comisión de la financiación del PP? En mi tiempo libre hago teatro (bromea).

- ¿Cuál es el mayor problema ahora mismo en España, la corrupción, Cataluña...?

-Cataluña y la corrupción son la misma cosa. El desafió soberanista viene para conseguir impunidad de todas las corruptelas con una Cataluña de TBO, fuera de España y de la Unión Europea. Así estos tíos podrían hacer lo que les viene en gana, que yo creo que es lo que realmente buscan para saltarse la ley, que es una de las peores formas de corrupción. Estos tipos se la están saltando constantemente y te venden que la democracia tiene que estar por encima de la ley, cuando no hay democracia sin cumplir la ley.

- ¿Se puso alguna vez en "modo Aquiles?

-Con Bárcenas me puse un poco Aquiles. Vino al Congreso con una chulería insoportable, y yo me puse en el papel de muchos españoles que han soportado la crisis con sufrimiento y estrecheces y todas las corruptelas del PP, POSE y CiU. Entonces decidí que a este tío tenía que entrarle con fuerza, echarle una bronca importante y ponerme Aquiles. Me pareció una tomadura de pelo su actitud en un sitio tan importante como el Congreso.

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