La 32.ª edición de los premios "Goya" pasará a la historia por la reivindicación de las mujeres para obtener la igualdad salarial y de estatus dentro de la industria cinematográfico. Los abanicos rojos y lemas como "#másmujeres" serán los que marquen el recuerdo de esta edición, como las protestas contra la guerra de Irak lo hicieron con la gala de 2003. Acaso también se recordará que fue la edición en la que las tres películas más premiadas están dialogadas en vasco ("Handia"), inglés ("La librería") y catalán ("Verano 1993"). Pero en medio de las reivindicaciones y de la heterogeneidad cultural, dos asturianos alcanzaron la gloria, por su propia mano o a través de terceros: el actor Javier Gutiérrez y el músico César Pop.
El triunfo de Gutiérrez, que se llevó a casa su segundo "Goya" al mejor actor por "El autor", estaba poco menos que cantado. Favorito en todas las quinielas, ni siquiera la presencia entre los nominados de Javier Bardem y del ubicuo Antonio de la Torre parecía hacer peligrar su estatuilla.
"Este premio tiene un valor doble", afirmó Gutiérrez, al recoger el "cabezón". En su discurso, el intérprete reivindicó además a todos aquellos actores que no gozan de éxito profesional cómo el que él disfruta: a esos compañeros en paro, a los que no les suena el teléfono y "no tienen la mínima oportunidad de demostrar su talento".
Mas si el momento de Javier Gutiérrez era esperado por el auditorio, el brillo del otro asturiano fue del todo inesperado, entre otras cosas porque no figuraba entre los nominados. César Pop fue a la gala invitado por su amigo y colaborador profesional Leiva, con quien ha trabajado en varios proyectos y al que ayudó en la composición de la banda sonora de "La Llamada". También, por supuesto, en la canción homónima, que le valió a Leiva el "Goya" a la mejor canción.
Desde el escenario, el intérprete y compositor le dedicó el premio al asturiano: "Quisiera compartir este premio con mi amigo y compañero del alma César Pop; este premio es tuyo", afirmó Leiva, mientras el aludido, entre el público, no ocultaba la emoción.
"Es muy difícil describir lo que se siente", explicaba ayer el cantante asturiano a LA NUEVA ESPAÑA: "Que alguien tan cercano, un amigo y un compañero en lo profesional con el que has trabajado tanto, me haya invitado a acompañarle a la gala es ya un orgullo, un reconocimiento a ese trabajo que hemos hecho juntos. Pero además, que le den el premio y que te lo dedique, esa mezcla de orgullo por verle ahí arriba y de emoción porque tenga ese detalle, es algo muy bonito".
La colaboración de César Pop con Leiva viene de muy atrás. "Suelo colaborar con él en prácticamente todo lo que hace. En el caso de 'La Llamada', trabajé con él durante todo el desarrollo. Primero era un proyecto muy pequeño, de bajo presupuesto, y le llamaron para hacer la canción. Después le encargaron la banda sonora. Y en todo el proceso estábamos él y yo solos en el estudio, lo hicimos solos. Fue un trabajo casi íntimo, con poca infraestructura, y verlo crecer fue muy bonito", relata César Pop.
"La Llamada" llegó además en un año intenso, con Leiva produciendo a Sabina y tocando con él, también junto a César Pop: "Le teloneamos en el Olympia de París, y también dos noches en el Luna Park de Buenos Aires. La verdad es que ha sido un año muy intenso, con muchas emociones que no parecen tener fin. Y el 'Goya' es el colofón, ya no me caben más emociones", concluye César Pop.
