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La redada

Dulceida y el subdesarrollo

La influencer recibe una tormenta de críticas por sus fotos de moda con niños necesitados, en su viaje a África para regalar gafas de sol

Dulceida, en una de sus fotos en África.

Días de abandonos en redes sociales. Y por partida doble. El actor y director Javier Ambrossi y la periodista Maruja Torres han decidido dejar Twitter y Facebook respectivamente. Estas "bajas" voluntarias se han producido por razones muy diferentes pero ambas se encuadran en la creciente indignación de los usuarios por el robo de datos en las redes y la intolerancia que muestran muchos de los usuarios de estas plataformas.

El primero en irse fue el actor y director. Ambrossi -la mitad de "Los Javis, los de "Paquita Salas" y "La Llamada"- se fue de Twitter como consecuencia de las críticas que le cayeron a Dulceida después de que la bloguera/modelo/influencer (y amiga de Sara Carbonero) colgara una foto con dos africanos a los que regaló unas gafas de sol. Muchos interpretaron la instantánea como un acto de propaganda más que como un gesto solidario. Y algo de razón llevaban.

Poco después de que Dulceida mostrara al mundo su lado más solidario (haciéndose fotos vestida con ropa que costaba tanto como un salario de dos meses en los países que visitaba), varios medios de comunicación on line se hicieron eco de la iniciativa de varias organizaciones no gubernamentales que hace años publicaron un decálogo de normas a tener en cuenta por quienes hacían fotos en países en vías de desarrollo y contaban sus viajes en las redes sociales. Dramático es que haya que recordarlo.

Ambrosi criticó que en las redes sociales "constantemente se falta el respeto a los demás". Y lo cierto es que a él tampoco le falta razón. El anonimato cada día es menos entendible. Hay muchas voces que ya piden que se luche contra ello.

Maruja Torres dejó la pasada semana Facebook por una razón diferente a la de Javier Ambrossi. La escritora abandonó la red de Zuckerberg por la influencia que la red social había tenido en el discurso del odio que recorrió hace días el lejano país de Myanmar y favoreció el exterminio de los rohinyas. Afortunadamente, Torres se queda en Twitter (@mistralS). Y que dure. Y es que si se fuera de la red social no podría haberse dado cuenta de la nueva moda de esnifar condones, el Condom Snorting, que consiste en inhalar el preservativo por la nariz y sacarlo por la boca. ¿El objetivo? El mismo que los que mastican hielo: conseguir visitas. El caso es que ninguno se asfixie.

James Montanus (un youtuber con dos millones de seguidores) no se ha ido de ningún sitio: le han expulsado del parque Disney y se ha pillado tal rebote que ha pedido a sus seguidores que no acudan más al parque. Dice el internauta que en el parque de atracciones le quitaron una cámara y se la perdieron. Las empresas tienen que tener mucho cuidado: una mala opinión puede hacer que pierdan millones.

Y es que en internet hay dos cosas: quejas y ocurrencias. Estas últimas más que ligadas a la autoridad. Como muestra, un botón: ¿quieres un Máster como el de Cristina Cifuentes? Visita mastercifuentes.com pon tu nombre, tus apellidos, en qué te quieres titular y espera.

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