El saludo entusiasta de su mascota al llegar a casa puede ser halagador, pero también puede molestar a algunas personas. Le proponemos una serie de consejos para evitar que su amigo salte sobre usted cuando lo recibe al llegar a casa. No los use todos a la vez, porque entonces puede confundir a su perro. Si además su compañero lleva recibiéndole así toda su vida, seguro que le cuesta un poquito más, pero con trabajo y disciplina podrá conseguirlo.

Ignorarle. Cuando llegue a casa y su perro se vaya a levantar para saludarte, ignórele, ni le mire, dese la vuelta y no le toque ni le salude; espere a que se aburra y se canse, y cuando se siente o se tumbe, entonces le acaricia. Debe reforzar los mimos cuando esté tranquilo y relajado siempre.

Detenerle. Cuando su mascota empiece a saltar, mantenga su mano abierta y empújelo hacia abajo presionando su cara. Como la nariz de los perros es muy sensible, y no les hace gracia que se la toquen mucho, es probable que desista pronto. Cuanto se tranquilice es el momento de darle cariño.

Sentarle o tumbarle. Si ya ha enseñado a su compañero a sentarse o a tumbarse, se trata de que cuando llegue a casa y el perro se ponga saltar le dé la orden todas las veces que haga falta hasta que la ejecute. Cuando se siente o se tumbe, le puede acariciar.

Utilizar la correa. Deje a su perro con su collar y una correa que sea sólo cuerda y no muy larga para evitar riesgos cuando esté solo en casa. Cuando vaya a recibirle, dígale con voz firme: "no", y pise la correa para evitar que salte y vuelva al suelo. Cuando esté de paseo, si va con su compañero y sabe que él va a saltar sobre alguien, si va atado haga lo mismo que en casa con la correa.

Es muy importante que no sólo usted trabaje estos comportamientos, sino todas las personas que vivan en su casa ya que, si no, puede confundir a su mascota.