La apuesta por el campus de Mieres trasciende el ámbito académico. Y es que el tejido político, sindical y vecinal también se volcó con su desarrollo, expresando así su importancia para el futuro de las comarcas mineras.

Una defensa que veinte años después sigue más viva que nunca. Así lo asegura el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, quien señala que “se cumplen dos décadas del campus más moderno de la universidad asturiana y un espacio clave para el presente y el futuro de las comarcas mineras”. Por eso, “tenemos que aprender de los errores y apretar el acelerador, pero de verdad, porque llevamos 20 años escuchando y diciendo que hay que dotar de contenido al campus de Mieres. Pues no hay que seguir hablando de dotar de contenido al campus, hay que hacerlo, con compromisos, proyectos e iniciativas reales que permitan que este campus deje de ser la cenicienta de la universidad asturiana”. El regidor afirma que “queremos y apostamos por el talento y el conocimiento como energía de futuro, y en este camino, el campus de Mieres juega un papel estratégico, pero para ello son necesarias acciones y compromisos, no palabras. Y en esa línea de actuar y trabajar siempre nos van a encontrar”. Una opinión que también defiende la portavoz del grupo socialista de Mieres, Gloria Muñoz, quien apunta que “los socialistas estamos orgullosos de este campus, aún con todos los frenos que por parte de algunos se intentaron poner a su existencia, continuamos apoyándolo con firmeza porque su desarrollo contribuirá al desarrollo de estos territorios”.

Muñoz alude a algunos de los problemas que ha tenido el desarrollo del campus. “La crisis económica y demográfica no son ajenas a la Universidad en su conjunto y lo ha sido especialmente con este campus que debía comenzar su expansión precisamente en los momentos más duros”, destaca, señalando que “tampoco vamos a obviar que, desde distintos organismos y personas, incluida la propia Universidad, no se realizó una apuesta clara y contundente para dotar al campus más moderno e innovador con el que contaba la propia institución universitaria de las titulaciones, los departamentos y la investigación que debían convertirlo en ese polo de innovación y atracción para el que fue concebido”. Resalta Muñoz el nuevo plan de desarrollo estratégico del campus, “gracias además al compromiso firme del Gobierno regional, no solo como apoyo financiero, sino también con una firme apuesta por la innovación, la investigación”. Para la socialista, “comienza una etapa ilusionante, dentro de una Universidad de futuro, lejos del rancio clasismo, y el campus de Mieres ha de convertirse en ese centro de trasferencia de conocimientos, de proyectos y de desarrollo para las comarcas mineras y para Asturias”.

Por su parte, el portavoz del grupo popular, Fernando Hernández, que además fue estudiante en el campus y decano del Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos de Minas y Energía del Principado de Asturias, un cargo que ahora ostenta José Augusto Suárez, asegura que “la importancia que tiene el campus de Mieres para mí es grande, es una parte de mi historia y lo llevaré siempre en mi memoria”. Afirma que, se han conseguido muchos logros, pero aún nos queda mucho por recorrer, mayor presencia de empresas, polos de desarrollo energético, aprovechar sinergias con el tejido empresarial, atracción de alumnos, estudios de edificación y, sobre todo, haber perdido la oportunidad de darle un enfoque deportivo con unas instalaciones formidables y con un Grado de Deportes perdido”.

Los sindicatos mineros tuvieron un papel destacado en la puesta en marcha del campus, ya que se financió con fondos mineros. En este sentido, el secretario general del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi, señala que “hoy parece necesario y obligado recordar la movilización que hace 20 años aglutinó en una misma exigencia de desarrollo y futuro para las comarcas mineras al conjunto de su sociedad, a las organizaciones sindicales y sus gobiernos locales”.

Emblema

Para Alperi, “el campus de Mieres es posiblemente el proyecto más emblemático y con mayor capacidad transformadora para las cuencas mineras del Caudal y Nalón, y que materializa uno de los sueños de una figura indiscutible para la historia de Asturias y España, como fue Manuel Llaneza”. Durante estos años, “desde el SOMA-FITAG-UGT hemos venido emplazando a los sucesivos rectores a que fuesen valientes y pusieran en valor y uso unas instalaciones que llegaron a cambio de muchos sacrificios. Veinte años después tenemos un rector valiente y decidido, Ignacio Villaverde, porque es la primera vez que al campus de las comarcas mineras se le trata con el mismo respeto que a los de Oviedo o Gijón”.

El sindicato lleva desde 2015 reclamando un plan estratégico que finalmente presentó el rector el año pasado, “un plan valiente para dar contenido al campus de las Comarcas Mineras, que ahora se materializa y que cuenta con el total apoyo del SOMA-FITAG-UGT para que este proyecto que cumple 20 años tome un impulso definitivo”.

Por su parte, el secretario general de CC OO de Industria en Asturias, Damián Manzano, apunta que, desde la concepción del campus de Mieres, “siempre hemos creído que debía tener una apuesta clara por un cambio de modelo real de las comarcas mineras, no sólo en lo económico, también en lo social, estableciendo un ámbito de conocimiento a futuro con unas instalaciones de primer orden”. Sin embargo, señala, “no tuvo el desarrollo esperado, con una dotación contenidos reales que pusieran en valor la idea original”. Y en este momento “en el que habitan las nuevas tecnologías o la transición ecológica, creemos que hay un potencial, valoramos que en este campus sea un núcleo de conocimiento muy potente y que sea un revulsivo para las comarcas mineras. La apuesta debe ser renovada, aumentada respecto a su concepto original, algo que venimos reiterando desde hace tiempo”.

Otros que también vieron con ilusión el desarrollo del campus fueron los propios vecinos. Arsenio Díaz Marentes, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mieres, alude a la implantación del campus como una de las reivindicaciones del movimiento vecinal “ante la situación planteada con la reestructuración del sector minero”. Y ahora, veinte años después, “seguimos apostando por el campus y consideramos necesario e imprescindible el traslado de la escuela de Minas de Oviedo a Mieres, tal y como pretende el actual equipo rectoral, por todo lo que representa para nuestro concejo desde la fundación en Mieres de la Escuela de Capataces de Minas en el año 1855”.