Oviedo,

E. URQUIOLA

«La pretensión de olvidar que existieron guerras, para así educar en la paz, es absurda». Son palabras de José García Fernández, catedrático del Instituto de Geografía e Historia y miembro de la Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana 1936-1937 (ARAMA 36-37). Esta asociación organizó el pasado miércoles en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la mesa-coloquio «El patrimonio de la guerra civil. Su valor histórico y cultural».

En el acto intervinieron Adolfo Rodríguez Asensio, director general de Patrimonio del Principado; Valentín Álvarez Martínez, especialista en arqueología militar; Artemio Mortera, presidente de ARAMA 36-37; Ramón Duarte, miembro de dicha asociación, y el geógrafo Xosé Nel Riesgo, técnico del Grupo de Desarrollo Rural «Camín Real de La Mesa».

Al inicio del coloquio se proyectó la serie de fotografías titulada «Vestigios de la guerra en el frente de Oviedo». Artemio Mortera explicó que en sus dos años de existencia ARAMA ha realizado una serie de actuaciones que la Administración «ha acogido con buena voluntad». Sin embargo, debido al «peligro de ruina inminente» de una serie de construcciones, han tenido que hacer actuaciones específicas, como en los nidos de El Campón y La Florida, donde se ha logrado su recuperación. También señaló fracasos, como el sistema defensivo que se encontraba en Prado de la Vega, que ha quedado «prácticamente destruido». Asimismo, Mortera señaló el peligro que corren los elementos militares de La Mata -a la entrada de Colloto-, al estar en un talud que una constructora planea desmontar.

Rodríguez Asensio destacó la importancia de contar con inventarios «bien hechos» para seleccionar qué es lo que se necesita conservar, ya que, dijo, este tipo de patrimonio es «muy poco conocido y valorado» debido al desconocimiento de la población y las empresas. Álvarez Martínez incidió: «Es preciso, como se hace con otros elementos de carácter patrimonial, desarrollar una documentación fotográfica, planimétrica y topográfica para conocer el tipo de actuación que requieren».

José García subrayó la necesidad de que los jóvenes conozcan la historia de la guerra, «importantísima en la historia de la humanidad». García defendió que el conocimiento de la historia y de los conflictos puede ser un aprendizaje y una pedagogía «imprescindible» para la maduración como ciudadanos. Por último, Xosé Nel Riesgo expuso las actuaciones que el «Camín Real de La Mesa» realiza junto con ARAMA, como el proyecto de la sierra del Pedroso, en Candamo, donde hay gran cantidad de restos, como trincheras, pozos de tirador y casamatas.