Madrid, J. MORÁN

El periodista asturiano José Luis Balbín, de 69 años, culmina en esta entrega sus «Memorias» para LA NUEVA ESPAÑA.

- Alonso Puerta y Cascos. «Era director de informativos y el PSOE llevaban poco tiempo en el poder, pero a la primera a la que quisieron eliminar fue a la corresponsal en el Vaticano, Paloma Gómez Borrero. Yo seguía con "La clave", que era el único programa en directo entonces, y sin bucle, es decir, el retardo de emisión de varios minutos. Lo había habido con Franco y ahora yo creo que lo sigue habiendo en algunos programas de las televisiones. Llegaban las elecciones municipales de 1983 y preparamos el programa "Balance de los ayuntamientos de izquierda". Siempre buscábamos invitados que ofrecieran opiniones cruzadas. Elegimos a Alonso Puerta, porque había sido teniente de alcalde de Madrid del PSOE y fue el primero que había denunciado la corrupción, por los contratos de recogida de basuras. Buscábamos también ediles de la oposición. Fernando Suárez, creo recordar, me había dicho tiempo atrás que había un político de Gijón que había publicado un libro y que me había escrito para que se lo presentase y yo no le había contestado. "No tengo ni idea.. es que recibo mil cartas diarias? pero en la primera oportunidad que hablemos de ayuntamientos le llamamos". Álvarez-Cascos era concejal de la oposición».

- Guerra González-Leguina. «Pero el follón no fue con Cascos, sino con Puerta. La semana antes las llamadas que tuve de la Moncloa y de Calviño fueron interminables. Querían que lo desinvitase. "Mi padre me enseñó que cuando invitas a un persona a casa a comer, no se le desinvita", les respondía. "¿Por qué tenéis tanta obsesión con él?". "Se ha metido con nosotros; ha dicho que hay corrupción". Claro, es que la había. Y agregaban: "Para una vez que conseguimos llegar al poder? y es que además tenemos tensiones con Leguina". Es decir, el grupo de Moncloa, Felipe y Alfonso, se llevaban mal con Leguina, presidente de la Comunidad. "Leguina nos dice que es una maniobra nuestra y que te tenemos comprado a ti para fastidiar a los de Madrid, y que eso no lo consiente y que va a haber una escisión en el partido". Cené la víspera del programa con el "viejo profesor", Tierno Galván: "Balbín, ¿es usted capaz de asumir la responsabilidad que está asumiendo?" "¿Qué responsabilidad?" "Hombre, usted sabe que Leguina y Felipe se llevan a muerte". "¿Y de eso soy yo culpable? Mire, no va a pasar nada, profesor". Me pidieron que suspendiera el programa. Me negué y lo suspendieron ellos, pero yo les advertí: "Ese programa acabará saliendo, pero no porque yo lo diga, sino por el follón que se va a armar". Así fue: páginas y páginas de periódicos, editoriales, discusión en el Parlamento y en consejo de administración de TVE? y a las dos semanas se emitió, y con Alonso Puerta, que es todavía el día de hoy que canta glorias de mí».

- De último mono a vicepresidente. «Años después me llamó un día Cascos: "¿Por qué no hacemos otra vez "La clave"? ¿No recuerdas que me llevaste una vez al programa? Pues fue entonces cuando me di cuenta de lo que era el programa: Yo era el último mono del Ayuntamiento de Gijón y al día siguiente del programa me saludaba la gente por la calle; y he llegado a vicepresidente". "Te agradezco que me lo digas; no todo el mundo se acuerda de aquellos tiempos". Estos días me han dicho en Asturias que debo de ser muy amigo de Cascos porque aparezco con él y hemos estado comiendo juntos. Sí, le conozco, claro, pero también he presentado a Tini Areces cuando le dieron la "Amuravela de oro" en Cudillero. No sé por qué voy a ser más amigo de uno que de otro».

- Terrorismo y Corona. «A partir de 1983 empieza la campaña personal contra mí. El PSOE me considera traidor y empiezan a forzar que me vaya. Decían que yo acumulaba dos cargos: director de informativos y director de "La clave". Curiosamente yo había renunciado a uno de los sueldos (y podría hablar de la corrupción económica en Televisión, y de cómo la paramos). Entonces tuve al enemigo interior del PSOE; es decir, los que había propuesto yo para puestos decisivo empezaron decir: "Balbín no es de fiar, no es del partido". No podía serlo, de ningún partido; me podían atribuir lo que quisieran, pero ni mi familia sabe lo que yo voto. Me dicen que renuncie a uno de los cargos. "Me cesáis si queréis, porque no tengo nada de qué arrepentirme". "Elige". "Sigo con "La clave". En ese tiempo lo que hicieron fue puentearme. Yo a los directores de los telediarios y programas les había dado libertad. Les dije: "Tenéis que consultarme sólo dos cosas: terrorismo y la Corona". Desde arriba me puentearon y compraron, por la vanidad, a los directores de los programas; se reunían con ellos a espaldas mías. A Calviño no le perdono que entrara conmigo a hacer una televisión independiente y acabara haciendo lo que decía Felipe. Siendo director general, el tiene de enemiga interior a Pilar Miró, que le sucedió. Calviño y yo éramos de Guerra, y Pilar de Felipe, y unos éramos los enemigos de los otros, al parecer, porque, por otro lado, Guerra ya empezaba a enfrentarse a Felipe».

- El referéndum. «Hay más tensiones cuando va acercándose el referéndum de la OTAN. Felipe me paró un día y me dijo: "Pero tú, ¿qué más quieres?". "Que me dejéis hacer". Y lo segundo, me desafió: "Pues no te preocupes, que la última semana saldré yo en campaña y ganamos el referéndum en siete días". Yo ya tenía experiencia de mentiras de Felipe, que me las trasladaba como director de informativos. Llega lo de la OTAN y me dicen que no se puede hacer el debate. "Pero si es una cuestión clave, que va a ir a consulta nacional". Prohibieron el programa y mandaron a los guardias a que no nos dejaran entrar en los despachos. Al final hicimos el debate en el exterior, en el hotel Palace, y tuvo una repercusión enorme».

- Contrato y equipo. «Estoy una vez más en el paro, como tantas. Entonces me llama Martín Ferrand a Antena 3 Radio, para hacer "Hora Cero". Nos colocamos en cabeza, delante de la Ser. Crean Antena 3 Televisión y en 1990 vuelvo con "La clave", pero al cabo de unos años quieren acabar con ella. Su argumento es que no se ve, que no tiene audiencia. Se estaba dando a las tres y a las cuatro de la mañana, y sin promoción. Hago a cambio el programa "La senda", de entrevistas. Después, Antena 3 Televisión pasa a Zeta, y Antena 3 Radio a Polanco. A los nuevos directivos de la radio les digo: "Supongo que habéis venido a deshacer esto; así que cuanto antes, mejor". "No se te ocurra, eres esencial". Anuncian que sigo, pero a mí me dicen que hay que quitar a éste, meter al otro y traer a no sé quién de "El País". "Un momento: el contrato dice que el equipo de mi programa lo formo yo". Indemnizaron a todos muy bien, menos a mí. Mis compañeros de "Hora cero", Losantos, García, habían pasado a la COPE y me llaman para ir a sus programa. Era director del programa de la mañana Antonio Herrero, y Luis Herrero del de la noche. Muere Antonio y Luis pasa a la mañana. Me ofrecen el programa de la noche, pero no llegamos a un acuerdo. "Es que tú exiges unos contratos muy difíciles", me dicen. Lo dejé».

- Una marquesa y una revista. «Otra época de paro, pero de "La clave" había mucho forofo. Y había una marquesa, Mercedes Cort, con muchísimo dinero; una enamorada mía, no de mi persona, sino del programa. Una vez me dijo: "Se ha perdido 'La clave' y hay que hacer algo". Le comenté que tenía ilusión de hacer un trabajo independiente, "La clave" en papel, en prensa escrita que es de donde yo provenía. "¿Y por qué no lo hace? Yo pongo el dinero; forme usted un grupo y hacemos una cosa sindicada". La revista nació en 2000 y fue absolutamente independiente. Sólo he tenido dos etapas en mi vida de absoluta independencia: con Castedo y Toledano en Televisión, y con Mercedes Cort. La revista desaparece en 2008 porque muere ella y los herederos no quieren saber nada. Si yo hubiera sido un poco golfo? ella quería que le heredara yo, pero me parecía un abuso. He sido un afortunado en la profesión. Ha sido habitual que me echen de los sitios. Hay que ser capaz de irse al paro porque mi conciencia es por el trabajo bien hecho. Lo que me gusta de "La clave" es que ahora me siguen diciendo que fue muy buena».

«"Era el último mono del Ayuntamiento de Gijón y al día siguiente de ir a 'La clave' me saludaban por la calle", me dijo Cascos»

«A los directores de telediarios les dije: "Tenéis que consultarme sólo dos cosas: terrorismo y la Corona"»