Madrid / Oviedo,

Agencias / P. G.

El Congreso de los Diputados aprobó ayer el texto definitivo de la ley antitabaco que prohibirá fumar en casi todos los espacios públicos, como bares, discotecas y restaurantes, para preocupación del sector de la hostelería. Precisamente, Leire Pajín, ministra de Sanidad, trató ayer de tranquilizar a los hosteleros sobre su temor a que la entrada en vigor de la nueva ley, prevista para el próximo 2 de enero, aleje a los clientes. Por un lado, Pajín aseguró a los empresarios que «no se quedarán sin clientes» y, por otro, los animó a ver «una oportunidad» en la nueva normativa. En Asturias se calcula que la nueva ley reducirá en cincuenta las muertes anuales por culpa del tabaquismo.

Así, la ministra socialista considera que acabar con el humo del tabaco en los locales de hostelería puede servir para atraer nuevos clientes entre los grupos de población más vulnerables al humo del tabaco como son la tercera edad y los menores. Según Pajín, estos dos colectivos representan el 70 por ciento de la población española. De todas formas, Pajín se mostró comprensiva con los temores de los hoteleros, ya que la aplicación de la ley «exigirá cambios de hábitos en la hostelería» que «no se lograrán de un día para otro».

La ley antitabaco ha sido aprobada en su versión más dura, dejando a un lado los cambios introducidos por el PP en el Senado, como la posibilidad de que casinos, bingos y salas de juego pudieran reservar hasta un 30 por ciento de su espacio para fumadores, en los que no podría haber servicio de juego ni de consumiciones. Además, los senadores añadieron en el texto dar compensaciones económicas a los hosteleros que realizaron obras en sus establecimientos en cumplimiento de la ley de 2005 para, entre otras cosas, habilitar espacios para no fumadores. El Congreso no ha aceptado estas modificaciones, así que la ley antitabaco comenzará a rodar el próximo 2 de enero con un buen paquete de nuevas prohibiciones.

El tabaco queda desterrado de bares, discotecas, restaurantes, casinos y cualquier otro local de ocio. También estará prohibido en los centros hospitalarios y en sus alrededores. En los hoteles el propietario puede reservar un 30 por ciento de las habitaciones para fumadores. Pero, como ya ocurre ahora, no se podrá fumar en ninguna otra dependencia del hotel. De igual forma, tampoco se podrá fumar en los parques infantiles.

Donde sí se podrá fumar es en los espacios al aire libre de los campus universitarios y en las terrazas. La definición que la ley hace de lo que es una terraza explica que se trata de un espacio semicerrado que como máximo cuenta «con dos paredes y techo». Los puntos de venta serán los habituales (quioscos de prensa, estancos y bares), a los que se añade la posibilidad de colocar máquinas expendedoras en las gasolineras.

La ley introduce también la obligación de desarrollar programas contra el tabaquismo entre los menores y en facilitar el abandono del tabaco a los fumadores. Pero aún está sin discutir de dónde saldrá la financiación para desarrollar estos aspectos. A la aprobación de la nueva ley se le unirá a comienzos de año una nueva subida del tabaco -la recaudación de impuestos indirectos por esta vía creció este año un 3,3 por ciento hasta noviembre- y la inclusión en las cajetillas de imágenes explícitas sobre los estragos que causa a la salud.