Oviedo,

P. GALLEGO / J. A. ARDURA

«Es una muy buena noticia». Así valoró Severino García Vigón, el presidente de la FADE, el plan anunciado por el Gobierno central para que las autonomías pueden iniciar los pagos de las facturas pendientes con sus proveedores. Los partidos mayoritarios, el PP y el PSOE, asumieron el límite de déficit fijado por el Gobierno en el Consejo de Política Fiscal, que ha sido rechazado por IU, mientras que el Gobierno asturiano guardó silencio.

El presidente de la patronal asturiana destacó que el plan para atender a los proveedores «contribuirá a liberar fondos para el acceso al crédito por parte de las empresas, que hasta ahora competían en desigualdad de condiciones con las administraciones públicas por la financiación bancaria».

«Hay que asumir esas cifras», aseveró el secretario de organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Jesús Gutiérrez, sobre el límite de déficit fijado por el Gobierno central. Gutiérrez parafraseó lo dicho el día anterior por el líder de la FSA y candidato a la Presidencia del Principado, Javier Fernández, que abogó por «asumir» el objetivo de déficit, «pero con la idea de que tiene que haber una gestión eficaz». «Nosotros vamos a asumir lo que se ha pactado, pero los planes se harán cuando lleguemos al Gobierno», apostilló.

Por parte del PP, el vicesecretario general de programas y estudios, Esteban González Pons, agradeció que las comunidades hayan aceptado «compartir el esfuerzo que hay que hacer». Según él, algunas regiones se habían regado hasta ahora «a manta», y ahora tendrán que hacerlo «gota a gota». «Celebro que el consejero de Hacienda haya prestado su apoyo a los planteamientos del Gobierno», dijo Mercedes Fernández, «pero entiendo menos las descalificaciones del presidente en funciones -Francisco Álvarez-Cascos- hacia el presidente del Gobierno», Mariano Rajoy. Horas antes de la reunión del Consejo, Cascos criticó la «falta de lealtad institucional» de Rajoy, al exigir a las autonomías un esfuerzo de contención del déficit mucho mayor que el que reserva al Estado. «Protestar desahoga, pero si no se ofrece ninguna alternativa acaba siendo una actitud un poco deprimente, porque no sirve para nada», añadió Pons. El candidato de Izquierda Unida, Jesús Iglesias, afirmó que el cumplimiento del techo de gasto obligará a la Administración asturiana a recortar «de forma muy sensible» la educación, la sanidad y las prestaciones sociales.