Javier Fernández ha recibido esta mañana el alta hospitalaria y ha abandonado el Hospital Central de Asturias (HUCA), camino de su casa, pasadas las 10.50 horas. El presidente del Principado señaló a las puertas del centro que se encuentra "muy bien" y con ganas de volver a trabajar. Fernández se reincorporará paulatinamente al trabajo, lo que descarta su idea inicial de retomar su agenda el lunes. "Hubiera querido incorporarme el lunes porque me siento muy bien, pero habrá que hacer un poco de caso y tendré que hacerlo de manera paulatina", ha indicado Fernández, quien ha revelado también que los médicos le han aconsejado "pautas de comportamiento y una serie de medicinas" que tendrá que "tomar a diario".Además, ha expresado su "agradecimiento al personal sanitario".

Javier Fernández faltó a su palabra y no se "trincó" las pocas páginas que le faltaban de las mil que tiene la biografía del secretario de Felipe II, a cargo de Gregorio Marañón. En su tercer y último día ingresado, antes de dejar hoy el hospital tras sufrir una angina de pecho, se entregó al sevillano Manuel Chaves Nogales y su novela "El maestro Juan Martínez que estuvo allí", la historia de un bailarín de flamenco en la revolución soviética.

A mediodía de ayer, Javier Fernández fue trasladado a planta desde la unidad de coronarios del Hospital Central de Asturias (HUCA), donde permanecía desde el miércoles cuando, a última hora, le practicaron un cateterismo para desatascar la arteria coronaria derecha, que tenía obstruida y le había provocado un alarmante dolor en el pecho. Recuperado, el presidente regional dedicó el día a despachar con sus colaboradores, organizar asuntos del Gobierno y también del partido; a la lectura de prensa y al libro de Chaves Nogales.

De los médicos obtuvo el visto bueno que le garantizó para hoy un alta deseada desde el primer minuto que llegó al hospital. El miércoles por la noche ya preguntó si podía irse cuando el jefe del Área de Corazón del HUCA, César Morís, finiquitó sin fallo el cateterismo.

A primera hora de la mañana de ayer, el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, igual que había hecho el día antes, visitó fugazmente al responsable del Ejecutivo. Lo hizo antes de acudir a la Junta General, donde ayer había pleno. Precisamente era el turno de las preguntas de la oposición a Javier Fernández, una sesión de control que quedó aplazada hasta la recuperación del titular del Gobierno. "El presidente está muy bien; la evolución ha sido muy buena y está al tanto de todos los asuntos", informó Guillermo Martínez. Agradeció también los "mensajes de apoyo" de los últimos días.

Y tanto que Javier Fernández estaba enterado. De hecho, mantuvo varias conversaciones a lo largo del día con el secretario de organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Jesús Gutiérrez. Ayer se cerraba de puertas adentro la lista del PSOE para las europeas del 25 de mayo, antes del comité federal de hoy en Madrid, donde no estará el líder asturiano. Las instrucciones eran necesarias. A su vez, Gutiérrez transmitía los mensajes a Nino Torre y María Fernández, los enviados de la FSA en el comité de listas del PSOE. Finalmente, Antonio Masip, que se había postulado para obtener un puesto, no comenzará su tercera legislatura en el europarlamento. A cambio, los socialistas asturianos colocan al economista ovetense Jonás Fernández en el puesto catorce y a la gijonesa María Muñiz en el veintiuno, que necesitaría un buen resultado electoral del PSOE para repetir en el escaño europeo.

A mediodía, poco después de que lo trasladaran desde la unidad coronaria a la planta, acudieron al HUCA la esposa de Javier Fernández y su hija, en uno de los pocos momentos que se permitió para asuntos personales.